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A propósito de aspirantes…
… un hombre peligrosamente iluminado…
“La gente necesita liderazgo”, … “necesita líderes que tengan valor ético y moral.



reynaldocastromelgarejo@hotmail.com

28 de enero de 2008


A propósito de aspirantes a gobernar el país Estados Unidos, valga la siguiente historia para tomar información, conocimiento o simples apuntes. Todo se definirá en el llamado 'súper martes', que coincide con el 5 de febrero próximo; ¿Quiénes serán los candidatos de los Republicanos o de los Demócratas? Los delegados votarán el 5 de febrero en 23 estados; más de la mitad del País, por eso se trata de una fecha decisiva, durante las llamadas elecciones primarias en Estados Unidos. Sin duda conoceremos trabajos como el siguiente de otras y otros candidatos.

El trabajo que les comparto es de León Krauze, publicado en la Revista “Letras Libres”, en abril de 2003. La historia se titula:

“El Mesías de Midland”

“¿Quién es realmente George W. Bush?
El joven George no podía concentrarse en los estudios, era mucho mejor para las fiestas y los amigos que para la universidad o los negocios
“Y a todos aquellos que lo hicieron de panzazo, les digo: ‘Ustedes también pueden ser presidente de los Estados Unidos’”. Todo el auditorio rió de buena gana

Por León Krauze*. www.LetrasLibres.com
Para Ana Paola y Sebastián

Dos hechos eran evidentes: estaba la Biblia y estaba él; y todo lo que quedaba por hacer era descubrir las instrucciones que la Biblia guardaba para él, y actuar en consecuencia.
Lytton Strachey, “The end of General Gordon”.

Un sentido de Misión religiosa es parte del ser estadounidense. John Updike

Nada más oportuno que estudiar los resortes (biográficos, psicológicos, religiosos) que mueven al líder de la beligerancia imperial. ¿Quién es realmente George W. Bush? León Krauze responde esta pregunta con el detallado retrato de un hombre peligrosamente “iluminado”.

El bufón

George W. Bush tenía siete años cuando la muerte le cambió la vida. Su hermana Robin, de apenas cuatro años de edad, murió de leucemia un día de octubre en 1953. Para el pequeño Bush, la tragedia fue central en la formación de su carácter. La familia cayó en un estado casi generalizado de desaliento. Nadie sufrió tanto como Bárbara Bush, quien, hasta la fecha, evita hablar de la hija que perdió. Quizá preocupado por la pesadumbre, el pequeño George recurrió a la comedia como un medio natural para proteger a su madre y aligerar la carga emotiva que se respiraba en la casa de Midland, Texas. El primogénito se volvió una fuente de risa y alegría para el resto de la casa. Años después, Elsie Waker, tía de George, hablaría de la experiencia vivida por su sobrino: “Miras alrededor y ves a tus padres sufriendo profundamente y tratas de estar alegre y divertido, y terminas convirtiéndote un poco en un payaso”. Bush nunca olvidaría el poder curativo de una buena carcajada. Una especie de simpática frivolidad sería, desde ese momento, su rasgo central.
Con el paso del tiempo, esa levedad se convirtió en irresponsabilidad. El joven George no podía concentrarse en los estudios, era mucho mejor para las fiestas y los amigos que para la universidad o los negocios. Mientras él seguía siendo el amo y señor de la pachanga, otros hermanos, sobre todo el que le sigue, John Ellis, se perfilaban como jefes de familia. Bush reaccionó con menosprecio ante la peculiar dinámica: se asumió como el patito feo de la casa y se dedicó a eludir obligaciones. El alcohol y sus efectos no tardaron en aparecer. Era un hombre impaciente y disipado, incluso iracundo. A finales de 1972, al regresar demasiado tarde de una fiesta, habiendo chocado el auto y emborrachado a su hermano Marvin, de apenas quince años, un balbuceante Bush retó a su padre a golpes: “¿Quieres un mano a mano aquí mismo?”, le preguntó. Fue el colmo.
El naufragio del futuro presidente de Estados Unidos se evitaría gracias a la oportuna llegada de la providencia. George W. Bush tenía 39 años cuando encontró su muy particular salvavidas. Era 1986. Después de hundirse en el alcohol, los fracasos y quizá hasta las drogas, se dio cuenta de la urgencia de un cambio de rumbo. Hay quien dice que Laura, su esposa, había ya amenazado con abandonarlo si no dejaba en paz el trago y la fiesta. Un fin de semana, en la finca de Kennenbunkport, el suntuoso palacete de descanso del clan Bush, George W. tuvo una larga conversación con el reverendo Billy Graham, teleevangelista por excelencia y consejero espiritual de la familia. “El reverendo Graham plantó una semilla en mi alma esos días”, recordaría Bush años después. “La fe cambió mi vida”. Bush dejó la juerga y se tomó la vida ligeramente más en serio. Aunque haciendo uso de palancas paternas, hizo fortuna. Poco tiempo después se incorporó a la política.
George W. Bush halló en la religión no sólo la cura para sus adicciones y sus enfados: también encontró su llamado en la vida. La siguiente epifanía ocurrió cuando, a las pocas semanas de ganar la reelección en Texas, escuchó un sermón en Austin. Junto a él, como en todos los momentos fundamentales de su existencia, estaba su madre. En pleno escándalo Clinton, el sacerdote comenzó a hablar de la necesidad de líderes honestos y con sentido de misión para Estados Unidos. La referencia a la Biblia (libro de cabecera y cuasi único de Bush) no tardó en llegar. El pastor habló de Moisés. George W. Bush recordaría así aquel momento:
El pastor Mark Craig dijo que Estados Unidos estaba hambriento de líderes honestos. Contó la historia de Moisés, quien, a petición de Dios, guió a su pueblo a una tierra de leche y miel. Moisés tenía razones para rechazar la tarea. Como lo dijo el pastor, la reacción de Moisés fue: “Perdóname, Dios, pero estoy ocupado. Tengo familia. Tengo borregos que atender. Tengo una vida. ¿Quién soy yo para ir con el Faraón y sacar a los hijos de Israel de Egipto? La gente no me va a creer. No soy muy bueno para hablar. Oh, Dios, manda, te ruego, a otra persona”. Pero Dios no mandó a nadie más y Moisés tuvo que hacer lo que de él se pedía, llevando a su gente por cuarenta años de andanzas por el desierto, mirando a Dios para encontrar fuerza, dirección e inspiración. “La gente necesita liderazgo”, dijo el Pastor, “necesita líderes que tengan valor ético y moral. Estados Unidos necesita de líderes que tengan el valor moral de saber qué es lo correcto por las razones correctas. No siempre es fácil o conveniente querer ser líder. Recuerden: hasta Moisés dudó”.
Bush quedó petrificado. El mensaje parecía dedicado a él. En ese momento, volteó a ver a su madre. “Te estaba hablando a ti”, le dijo Bárbara a su hijo mayor. Finalmente, Bush –el simple, el payaso de la familia– había entendido su misión: sería el líder moral que tanto necesitaba su país. La mano de Dios lo guiaría. Y no le importarían las dudas o los obstáculos. Después de todo, aquel otro Mesías de tierras áridas también había titubeado.
El candidato
En la gubernatura tejana de George W. Bush abundan las anécdotas pintorescas. Son historias que, si se las mira de cerca, pueden resultar no sólo chispazos curiosos, sino pistas que iluminan aquella manera de ser que comenzó a los siete años y nunca dejó del todo al mayor de los Bush. El 16 de septiembre de 1999, en una pequeña iglesia en Fort Worth, un loco de nombre Larry Gene Ashbrook mató a balazos a siete personas antes de volarse la cabeza. Las escenas recorrieron el mundo y provocaron un verdadero escándalo en Texas. El gobernador Bush, quien había recibido un sinfín de críticas por su resuelto apoyo al derecho ciudadano de portar armas de fuego, decidió asistir al servicio religioso que, en memoria de las víctimas, se llevaría a cabo en el estadio Amon Carter de la Universidad Cristiana del estado. El mandatario llegó puntual al compromiso y ocupó su asiento en primera fila, frente a más de quince mil personas. Sus asesores habían decidido, cosa común en su carrera política, que Bush permaneciera callado y no diera discurso alguno. Frank Bruni, quien cubrió la carrera política de Bush para el New York Times a partir de ese año, fue uno de los corresponsales que acudieron a la cita. Tiempo después, tras la campaña presidencial, el periodista describió la experiencia de aquella mañana. Según Bruni, el gobernador tejano volteó repetidamente a saludar con muecas, señales y sonrisas pícaras a los muchachos de la prensa, amontonados a la derecha, a escasos metros del gobernador. Poco importó a Bush la solemnidad de la ceremonia: cualquier momento resultaba propicio para hacer reír a los periodistas con un guiño, una semitrompetilla o el ceño fruncido en una especie de falso regaño. A Bruni no le quedó ninguna duda: “Bush quiere ser rey, pero se reserva el derecho de ser el bufón”. Un año después, el juglar de Midland recibiría la candidatura presidencial del Partido Republicano. Aún sentía aquel llamado divino, pero no sabía en qué causa concreta depositarlo ni cómo tomarse realmente en serio. La carrera presidencial le daría una nueva oportunidad.
Para sorpresa de pocos, el carácter de Bush no sufrió cambio notorio alguno durante los meses de la campaña. Ocurrió, de hecho, todo lo contrario: la simpleza bushiana tuvo grandes momentos durante la pugna por la presidencia. Ahí apareció el Bush inculto, el que confundía a los talibán con una banda de rock o llamaba “grecios” a los griegos. También se asomó el bromista, el que se acercaba a alguno que otro reportero de cabello escaso sólo para poner su mano derecha sobre el cráneo del periodista y gritar “¡sana!”. Y ahí estuvo también el Bush casero, el que viajaba con su almohada preferida para poder dormir bien, o soñaba con abandonar un par de días el fragor de la batalla para regresar a echar una siesta en su rancho de Crawford, vigilado por su perro Spot y sus tres gatos, Ernie, India y Cowboy.
Igual que en su época universitaria, cuando se dedicó a aprenderse todos los nombres de los miembros de la fraternidad que presidía, Bush demostró ser un maestro del apodo. Reporteros, asesores, rivales y aliados: todos fueron sujetos al ingenio del candidato. Ni los líderes de otros países eludieron la creatividad verbal de Bush: el presidente de Rusia Vladimir Putin tiene, quizá, uno de los más punzantes apodos bushianos: Pootie-Poot (hay quien dice que, una vez que Bush vio las piernas de su homólogo ruso, el apodo cambió al encantador “Patas de avestruz”).
Al ligero y dicharachero carácter de Bush habría que sumar las serias dudas que levantó durante la campaña en torno a su capacidad de análisis político e intelectual. La organización de su campaña pocas veces permitió que el aspirante hablara directa y cándidamente con la prensa. También evitaba los formatos que pudieran terminar en alguna pregunta incómoda o demasiado compleja. Para Bush, el mundo exterior no existía. Es bien sabido que, en sus 54 años de vida, apenas había salido de su país. No sabía la diferencia entre Eslovenia y Eslovaquia ni podía recordar el nombre del presidente paquistaní Pervez Musharraf (asunto que, después, resultó de una ironía sorprendente). Quizá consciente de su ignorancia, Bush dejó claro que, de resultar ganador, su gobierno se olvidaría del papel de “constructor de naciones” y se limitaría a administrar la abundancia.
En los meses que duró la campaña, Bush no dejó de demostrar su bobería, su limitadísimo vocabulario y aquel alarmante desinterés en materia internacional. Sin embargo, ni su poca experiencia política (al momento de contender por la presidencia de su país tenía sólo seis años como gobernador de Texas), ni su reducida habilidad en el arte de la oratoria o el debate, pudieron evitar que ganara la presidencia. Después de los escándalos y controversias electorales, George W. Bush se convirtió en el presidente 43 de Estados Unidos.
El presidente
A principios del año 2001, Estados Unidos era Disneylandia. Creía vivir el “happy end de la historia”. Para los estadounidenses, los debates nacionales que importaban tenían más que ver con la genética que con el armamento. Las primeras planas de los diarios y las portadas de las revistas noticiosas polemizaban sobre el uso con fines médicos de células embrionarias, o se ocupaban de la desaparición en Washington de una oficinista enamorada de un representante en el Congreso. Eran tiempos sencillos y sosos. Y para días como ésos nada mejor que un hombre igualmente sencillo y soso. En aquellos primeros meses del 2001, George W. Bush era un niño con juguete nuevo.
Para su primer viaje de Estado escogió México: un país amigo, donde podía hablar español, poner uno que otro apodo y conocer a la familia de otro hombre de carácter simple y temple religioso: Vicente Fox. En algún momento de aquel primer viaje, Bush aprovechó para presumir el Air Force One, el avión presidencial de Estados Unidos. No era la primera vez que lucía “su avión” o algún otro artefacto reservado para el primer mandatario. Frank Bruni recuerda el día en que el presidente lo recibió por primera vez a bordo de la aeronave:
En la segunda semana de junio, [Bush] me concedió una entrevista en su espaciosa oficina en la parte frontal del avión [...] Le dije algo sobre lo lindo del lugar y él sonrió como un niñito con un juguete de moda. [...] Entonces me señaló su baño privado, con todo y su propia regadera. Su tono de voz parecía decirme: Is this cool or what?”.
Además de lucir el 747 hecho a su medida, durante la primera mitad del 2001 Bush se dedicó a otras dos cosas: perfeccionó el arte de burlarse de sí mismo y se encargó de mantenerse lo más alejado posible de Washington y lo más cerca de su inmenso rancho en Crawford. El primer objetivo resultó lo más fácil. En alguna cena en Washington, en medio de la polémica de las células embrionarias, Bush tomó el micrófono para decir que, en cierto sentido, todo el asunto le parecía una buena idea: de ese modo podría clonar al vicepresidente Cheney, a quien muchos consideraban el hombre detrás del trono, para así “no tener que hacer ya absolutamente nada”. Cuando alguien le dio un libro que recogía todos sus errores y tropiezos verbales, Bush rió a mandíbula batiente. Incluso llegó al extremo de llevarlo a otra reunión y leer largos fragmentos para los invitados, en su mayoría corresponsales de radio y televisión que cubrían la Casa Blanca. Pero quizá el ejercicio más sarcástico de humor autolesivo fue el célebre discurso de Bush a los graduados de Yale, su Alma Mater. Seguramente disfrutando el momento, Bush declaró entre sonrisas: “A todos aquellos que se gradúan con honores el día de hoy, los felicito. Y a todos aquellos que lo hicieron de panzazo, les digo: ‘Ustedes también pueden ser presidente de los Estados Unidos’”. Todo el auditorio rió de buena gana.
Para alcanzar su segundo objetivo –pasar gran parte del tiempo en Texas–, Bush recurrió a diversas estrategias. Antes que nada, se encargó de transformar la Casa Blanca en una sucursal culinaria de Austin. Cuando invitó al clan Kennedy a ver Trece días, una película sobre la crisis de los misiles, les sirvió de comer hot dog y hamburguesas. Además, Bush trajo de su querido estado natal un buen cargamento de costumbres: rezaba antes de empezar cualquier junta, instituyó un estricto grupo de lectura de la Biblia; evitaba ir a la cama después de las diez, nunca dejaba de correr a media tarde y por ningún motivo descuidaba sus mascotas. Alguna vez se marchó temprano de una cena porque, como le explicó a miles de invitados, él y la primera dama tenían que volver a casa para “alimentar a Barney, el perro”. En los primeros meses de su gobierno, Bush voló a su rancho a la primera oportunidad. Los rumores de los relajados hábitos de trabajo del presidente obligaron a sus asesores a poner a trabajar la maquinaria de relaciones públicas: para disfrazar lo evidente, trataron de rebautizar la propiedad de Crawford como “la Casa Blanca del Oeste”. No tuvieron mucho éxito.
Relajado, devoto y protegido, Bush sonreía siempre. El único consenso alrededor suyo era, en el mejor de los casos, el de un hombre mundano, anodino y sensiblero, temeroso de Dios y amante de las pequeñas cosas, sin curiosidad intelectual ni mayores aspiraciones: el mandatario con menos madera de líder que había alojado la Casa Blanca en muchas décadas. Sin embargo, la gran ironía es que quizá, hasta antes del 11 de septiembre, Estados Unidos probablemente no necesitaba mucho más que eso: an easygoing, unremarkable man for easygoing, unremarkable times.
Todo cambiaría aquel soleado martes de otoño.
El redentor
La mañana del 11 de septiembre, el presidente estaba leyendo pausadamente un texto infantil a un grupo de niños de primaria en Sarasota, Florida. Bush repasaba las líneas del pequeño libro cuando su jefe de asesores, Andrew Card, se acercó para darle la terrible noticia: “Otro avión golpeó la segunda torre. Estados Unidos está siendo atacado”. No volvería a ser bufón. El rostro de Bush se convertiría, con el tiempo, en una de las imágenes emblemáticas de aquel trágico día: atrás quedarían las bromas y las sonrisas retorcidas; el Bush que enfrentó su destino en ese salón de clases parece un fantasma: los labios tirantes, los ojos extraviados, el cuello torcido. Más tarde, recordaría lo que pensó mientras Card le daba la noticia: “En ese momento me hice a la idea de que iríamos a la guerra”. Profundamente sacudido, decidió hablar. Sus primitivas palabras, como muchas que pronunciaría en los días siguientes, revelaban una falta de preparación no sólo intelectual sino casi existencial para entender lo que había ocurrido: “Conduciremos una gran investigación para cazar a los tipos que hicieron este acto”.
A los pocos minutos, Bush subió al avión que apenas unas semanas antes presumía como su juguete predilecto. Los rumores –después desmentidos– sobre un posible atentado contra la nave presidencial lo mantuvieron volando de un lado a otro –una metáfora perfecta para su confusión–. El ambiente en el interior del avión era sombrío. Según cuenta Bob Woodward, el célebre periodista del Washington Post, cuando el presidente habló con Cheney para aclarar la situación, sus palabras estaban llenas de rencor: “Alguien tiene que pagar [...] vamos a averiguar quién hizo esto”, dijo Bush mientras miraba por la ventana del Air Force One, “y vamos a patearles el culo”. Cuando alguien le pidió que explicara su reacción en la pequeña escuela de Florida y a bordo del avión, el presidente fue claro: “Lo que vieron fue una reacción visceral”. El vivaracho sheriff del condado de Midland empezaba a transfigurarse en una especie de Mesías.
No fue el primero ni sería el último reflejo instintivo de George W. Bush. Pero la simpleza de su carácter derivaría en dos direcciones: un sentido mesiánico de su papel (guiado mucho más por la religiosidad desbordada o las entrañas que por la razón) y una visión maniquea del mundo. Aunque durante las primeras semanas posteriores a la agresión, Bush se mostró emotivo, impaciente e iracundo, la verdad es que los ataques terroristas le habían dado un nuevo foco a su presidencia –y a su vida–. El fervoroso dogmatismo que empezaba a gestarse en la Casa Blanca jugaría un papel central en los movimientos del gobierno de Estados Unidos.
Durante un debate de la campaña por la presidencia realizado en Iowa, un periodista había preguntado a los candidatos republicanos qué filósofo o pensador de la historia de la humanidad había tenido más que ver con su formación. Bush contestó rápidamente: “Cristo, porque cambió mi corazón”. En su caso, la respuesta implicaba un acto de fe: todo ocurre por designio divino. Esa convicción se reafirmó tras el 11 de septiembre. Para el presidente, la caída del World Trade Center fue una señal de los cielos. “Esto es lo que Dios le ha pedido que haga”, dijo por esos días una persona cercana a Bush. “Y eso le da una enorme claridad”. Dios mismo le había encomendado una misión: liberar al mundo del terrorismo. Bush adoptó una actitud dogmática, sin matiz alguno: “Con nosotros o con ellos”. Todo era parte del plan maestro dictado desde el más allá: “No podría gobernar”, ha dicho Bush, “si no creyera en un plan divino que trasciende todos los otros planes”. Después de la tragedia de Nueva York y Washington, la formación religiosa de Bush y su primitiva psicología lo llevaron a imaginarse –a él y a los suyos– como la representación absoluta del bien. Los “otros” –universo excesiva y alarmantemente amplio– fueron rápidamente catalogados como “el mal”.
El 14 de septiembre, Bush habló en la Catedral Nacional de Washington. Desde la primera fila lo miraban sus padres, sus aliados y también sus viejos contrincantes: Clinton y Gore. También estaban ahí sus asesores, todos notablemente nerviosos. Powell, en particular, temía que Bush perdiera el control de sus emociones llegado el momento de hablar. Minutos antes, todavía en la Casa Blanca, Powell había dado a Bush una tarjeta que el presidente leyó en silencio: “Señor Presidente, lo que yo hago cuando tengo que dar un discurso como éste es evitar el uso de palabras que me emocionan de más, como mamá o papá”. Pero Bush no derramó una sola lágrima aquella tarde. Su nueva y clara misión lo mantuvo sereno y concentrado. El discurso no tardó en adoptar tonalidades religiosas: “Las señales de Dios no siempre son las que buscamos”, dijo Bush. Luego, con ademán lapidario, agregó: “Este mundo que Él creó tiene un diseño moral. El dolor y la tragedia duran sólo por un tiempo. El bien, el recuerdo y el amor no tienen fin”.
En suma, George W. Bush se convirtió, desde las primeras horas del 14 de septiembre, en un iluminado. Era la personificación misma del Destino Manifiesto. El suyo era el camino de la virtud y todo aquel que no lo acompañara por la difícil senda escogida por la Providencia era un enemigo o un ciego. Había llegado el momento de Bush, el momento del Born-again Christian, el que alguna vez había dudado públicamente si aquellos que no aceptaban a Cristo como redentor podrían ir al cielo (Billy Graham, por fortuna, le resolvió la duda por teléfono: “No, George, nadie que no acepte a Cristo puede salvarse”). Ese sentido de misión, aunado a la áspera mentalidad tejana, es el resorte que, en el fondo, mueve a Bush y, por extensión, su política exterior. La intolerancia de Bush con quien discrepa de él (y en la ofensiva contra Iraq discrepa buena parte del mundo) se arraiga en ese espíritu mesiánico.
Pero no sólo Bush asumió un nuevo papel existencial. El 11 de septiembre despertó también, a través suyo, una zona oscura del inconsciente colectivo del pueblo estadounidense: el sentido de una certidumbre histórica total y absoluta. Un imperio virtuoso y único que, desde su fundación –bajo la ética puritana–, siente llevar consigo el derecho legítimo de la fuerza (right and might) proveniente del todopoderoso: “Una sola nación bajo Dios”. El presidente Bush navega hoy con esa bandera.
Para desgracia nuestra, Osama Bin Laden (el otro caudillo que se siente favorecido por Dios) ha tenido la suerte de encontrar frente a sí, no al humanismo sabio, prudente y moderado de la mejor tradición occidental, sino a su copia inversa, su reverso exacto, un hombre que cree navegar por los mares de la historia con brújula celestial. El riesgo que nos puede deparar este dúo de redentores es, nada menos, la profecía cumplida de Huntington: el choque de civilizaciones. No sería la primera vez que, en los tiempos modernos, un fanático occidental trate de combatir, con la Biblia en la mano, a un fanático musulmán. En 1884, el general Charles Gordon, héroe de la Inglaterra victoriana, trató de rescatar una zona del imperio de las garras de un enemigo parecido en más de un sentido a Bin Laden: Mohammed Ahmed Al-Mahdi, El Esperado, y su feroz ejército. Convencido de su fuerza y su trascendental misión, el devoto Gordon se rehusó a entregar el Sudán a su enemigo mortal y quiso evitar el establecimiento de un estado islámico puro. Contra las órdenes del gobierno británico, y contra toda lógica, Gordon resistió heroicamente, en Jartum, un estado de sitio que duró casi un año. Al final de aquella nueva Cruzada entre el Mesías de Oriente y su contraparte occidental, miles de personas perdieron la vida de manera atroz. El propio general Gordon, alentado por Dios y fiel a su llamado, murió entre las lanzas del enemigo y fue degollado. Las huestes del Mahdi colgaron su cabeza de un árbol y la apedrearon de manera inclemente.
La historia suele ser cruel con los Mesías armados. ¿Lo será también con el redentor tejano? Para el nuevo Moisés, los cuarenta años de peregrinaje en el desierto podrían, apenas, estar comenzando”.

Sin duda en algo servirá la lectura y el abundamiento en la historia de un “… un hombre peligrosamente iluminado…”…como George W. Bush

VEREMOS…
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*Bibliografía: Frank Bruni, Ambling into History: The Unlikely Odyssey of George W. Bush, Nueva York, Harper Collins, 2003. p. 18.
Idem, p. 232.
Bob Woodward, Bush at War, Nueva York, Simon & Schuster, 2003, p. 18.
*2003 © Todos los Derechos Reservados por Editorial Vuelta, SA de CV.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Carta a FHB

reynaldocastromelgarejo@hotmail.com
21 de enero de 2008



EVITEMOS OTRA VERGONZOSA Y LAMENTABLE REALIDAD.

Licenciado Fidel Herrera Beltrán, Gobernador Constitucional de Veracruz.
A los legisladores locales y federales de todos los partidos políticos.
A los dirigentes de todos los partidos políticos.
Al Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz.
A la Opinión Pública Nacional e Internacional.
A las compañeras y compañeros Periodistas, trabajadores y dueños de medios de comunicación.
A las autoridades de Derechos Humanos estatales y Federales.
A toda lectora y lector, respetuosamente les pido que me ayuden a que circule esta carta por todo Veracruz, por todo México y el mundo antes de que lamentemos más muertes de periodistas.


Presentes

Señor Gobernador, la adelantada promoción política de su persona por propios y ajenos a su gobierno, que pretenden proyectar su posible candidatura a la Presidencia de la República, es una señal que enfrenta severas contradicciones en la realidad de nuestro amado estado de Veracruz.

Señor Gobernador, sus afirmaciones y movimientos en distintas oficinas importantes, y estratégicos para encauzar la sucesión en su gobierno en favor de un joven priista han generado presiones adicionales a ese proceso de sucesión (sin duda está por definirse si el joven que habrá de sucederlo en su gobierno provendrá de su mismo partido o será de un partido diferente al suyo); ese adelanto de sus intenciones, también se ha convertido en una señal que enfrenta severas contradicciones en la realidad de nuestro amado estado de Veracruz.

Señor Gobernador. Respetuosamente como ciudadano veracruzano, lo invito a reflexionar sobre los hechos y publicaciones que usted conoce e impactan en nuestra sociedad y al gremio de periodistas, trabajadores y dueños de medios de comunicación, inevitablemente.

Además del impacto en la opinión pública nacional e internacional, que inevitablemente afectará a nuestro amado estado de Veracruz, por los lamentables antecedentes sobre las pérdidas de vidas de periodistas en nuestro estado durante su gobierno y un hecho más de esta naturaleza, generará distorsiones en los ambientes político, económico y social en todo el territorio veracruzano.

Señor Gobernador. Las afirmaciones que hace nuestro compañero César Vázquez Chagoya en su nota del pasado 19 de los corrientes publicada en su portal www.enlaceveracruz212.com con el siguiente titulo: “MATAME RAPIDO FIDEL”, merecen una explicación a la sociedad veracruzana, a la opinión publica nacional e internacional y una respuesta de su gobierno y de su persona, contundente para evitar más lamentables situaciones que ponen en riesgo la vida de compañeras y compañeros periodistas y trabajadores de los medios de comunicación y esa respuesta inmediata y contundente debe ser también para garantizar la vida, patrimonio y familiares de nuestras compañeras y compañeros que viven bajo las advertencias y amenazas, como los citados en esta carta.

Señor Gobernador, su responsabilidad Constitucional le hace insoslayable y le obliga a dar una respuesta de su gobierno y de su persona, toda vez que en su firme reclamo, nuestro compañero es contundente al escribir:

“BINIZA (Voces al viento, en zapoteco): Regina, Rodrigo, Timoteo y Vázquez Chagoya, en la mira del Gobierno de Veracruz. ¡Vaya libertad de información!”

“Todavía no se cierran las heridas, ni la tierra se asienta sobre la tumba de Doña Ernestina Ascensión, violada, estrangulada, pero antes torturadas por miembros del Ejército Mexicano. La tumba de la injusticia en un pueblo de la sierra de Zongolica, no termina ante la impunidad del estado mexicano. Más vale proteger los atropellos de los cuerpos de seguridad, que meter orden.

Doña Ernestina, al fin indígena, víctima de la pobreza, de 73 años, no se le hace justicia por orden del presidente Felipe Calderón, quien como buen doctor la mató de gastritis para proteger a su ejército verde. ¿Cómo ordenar combatir el narcotráfico con los mismos que lo hicieron crecer y lo protegen?

Las averiguaciones del ejército y de la Procuraduría de Justicia de Veracruz, apuntaban a que soldados habían violado y matado a Doña Ernestina. Posteriormente, unos violentos grupos de la sierra de Zongolica, rapa montes, a quien nadie mete a la cárcel, enseguida exigieron que el ejército saliera de la sierra de Zongolica. A partir de ahí, el ejército se echó para atrás. La seguridad nacional primero.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, “La Celestina” nacional, salió en defensa del ejército y del presidente Calderón, diciendo que la indígena había muerto por males de su edad. Cuestiona a la justicia de Veracruz y ésta se defiende, pero termina cediendo ante el poder presidencial y del ejército.

Después de la debilidad de las autoridades de Veracruz, viene la embestida hacia los verdaderos culpables de la muerte de Doña Ernestina: los periodistas. Tomar fotos, hacer reseñas, denunciar, parece que en Veracruz es un delito. Se inició averiguación previa contra los periodistas Regina Martínez y Rodrigo Vera, del semanario PROCESO, por difundir imágenes de Doña Ernestina en la plancha mancillada y llena de sangre.

Este día, la misma Comisión Estatal de los Derechos de los Periodistas, creada por el gobierno estatal, denuncia y exige justicia sobre el atropellamiento del hermano del corresponsal del Diario AZ en Huatusco, en el puerto de Veracruz. También exige el esclarecimiento de los dos asaltos del corresponsal del periódico La Jornada en el puerto, coincidentemente el medio que difunde la averiguación en contra de Regina Martínez y Rodrigo Vera, iniciada por la Procuraduría de Justicia del Estado de Veracruz.

La embestida no para ahí: por órdenes del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, se ubican policías vestidos de civil a vivir cerca de nuestro domicilio, para intervenir los teléfonos y seguir nuestros vehículos con el fin de hacer daños a este autor y a su familia. Nunca habíamos recibido tal categoría por nuestras críticas. No sabíamos que nuestra cabeza tiene precio. Sólo pedimos que como caballeros de honor (si lo tienen) no se metan con la familia.

El destino de cada quien es morir, pero morir con dignidad. Hasta el último aliento, sin rencor, sin protagonismos, pido analicen mis columnas para que se sepa porqué se dan semejantes órdenes. No vayan a salir que los hombres de negros nos ejecutaron por estar metidos en el negocio, siendo el principal crítico de ellos. No estamos acostumbrados a denunciar hechos en contra de nosotros y de la opinión publica, y los periodistas lo saben.

Nos metimos al periodismo sabiendo los riesgos. Sabemos que después de una sangre, vienen otras. Que en los tiempos de Roma se invita a cenar al que va a morir y los asistentes engañan con la verdad. No hay de otra. La embestida contra Regina, Rodrigo, Andrés Timoteo, contra nosotros, tiene un sólo patrón: la intolerancia asesina.

Si cree el gobernador que avanza con semejantes medidas con tal de presionar para callar la crítica, sólo da pie a que sus enemigos verdaderos cumplan sus deseos. Adelante: no culpamos ni a Yunes, ni al ejército, ni a los ZETAS, tampoco a los Cirilos, sólo a Fidel Herrera Beltrán y a Javier Duarte de Ochoa. Les queremos evitar las esquelas hipócritas y que se sientan los muertos, ni salgan con apapachos y becas para los hijos.

No hay necesidad de Ministerios Públicos, ni servicios periciales. Tampoco incineración de cuerpos apresurados. Los asesinos caminan por Palacio de Gobierno y en la Secretaría de Finanzas.

Juegan al vivo, cuando piensan en la muerte. Suerte, matadores.”

Hasta ahí lo publicado por César Vázquez Chagoya.

COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS REPORTEROS, COLUMNISTAS, FOTÓGRAFOS, CAMARÓGRAFOS, PERIODISTAS TODOS, TRABAJADORES Y DUEÑOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, RESPETUOSAMENTE LES PIDO:

SU SOLIDARIDAD CON TODOS Y CADA UNA Y UNO DE LAS COMPAÑERAS Y LOS COMPAÑEROS PERIODISTAS QUE SE MENCIONAN EN LA CABEZA DE LA NOTA CITADA: REGINA MARTINEZ Y RODRIGO VERA, DEL SEMANARIO PROCESO; ANDRÉS TIMOTEO MORALES DEL DIARIO LA JORNADA Y CESAR VÁZQUEZ CHAGOYA DE WWW.ENLACE VERACRUZ 212.COM; ADEMAS DE MARTÍN SERRANO HERRERA DE DIARIO TRIBUNA.

SU SOLIDARIDAD CON NUESTRAS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS ES MUY IMPORTANTE PARA EVITAR QUE SEAN AGREDIDAS O AGREDIDOS; ELLAS O ELLOS; SUS FAMILIARES Y/O COLABORADORAS Y COLABORADORES.

RESPETUOSAMENTE LES PIDO QUE SE UNAN A ESTA PETICIÓN DE QUE EL SEÑOR GOBERNADOR DEL ESTADO FIDEL HERRERA BELTRAN Y SU SECRETARIO DE FINANZAS, JAVIER DUARTE DE OCHOA, DEN CLARA E INSTITUCIONAL RESPUESTA PARA EVITAR QUE QUEDEN DUDAS; PERO MÁS URGENTE, PARA EVITAR QUE QUEDEN VIUDAS, VIUDOS; HUERFANAS Y HUERFANOS, POR NO ACTUAR NOSOTROS A TIEMPO ANTE TALES CIRCUSNTANCIAS DE PELIGROS Y ACECHANZAS EN CONTRA DE TRABAJADORES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

SEÑOR GOBERNADOR:
COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS PERIODISTAS, TRABAJADORES Y DUEÑOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:
CIUDADANAS, CIUDADANOS, LEGISLADORES, DIRIGENTES POLITICOS, SOCIALES Y GREMIALES; SERES HUMANOS DE AMBOS GENEROS, DE TODOS LOS NIVELES ECONOMICOS, SOCIALES Y DE TODOS LOS CREDOS POLITICOS Y RELIGIOSOS QUE SON SOLIDARIOS CON ESTAS CAUSAS QUE PRETENDEN EVITAR CRIMENES EN CONTRA DE PERIODISTAS:

LOS RIESGOS DE QUE SE ATENTE EN CONTRA DE LA VIDA DE NUESTRAS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS, SUS FAMILIARES Y/O COLABORADORAS Y COLABORADORES, DEBEMOS CONTENERLOS Y EVITARLOS URGENTEMENTE ANTES DE QUE SE HAGAN…

OTRA VERGONZOSA Y LAMENTABLE REALIDAD.

No podemos permitir que tales hechos, afirmaciones y publicaciones, queden sin respuesta y sea el silencio una expresión suspendida que advierte malos augurios…

NO PERMITAMOS QUE ESAS REFERENCIAS Y AFIRMACIONES DE:

· “… Regina, Rodrigo, Timoteo y Vázquez Chagoya, en la mira del Gobierno de Veracruz. ¡Vaya libertad de información!”
· “…Por órdenes del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, se ubican policías vestidos de civil a vivir cerca de nuestro domicilio…”
· “Si cree el gobernador que avanza con semejantes medidas con tal de presionar para callar la crítica, sólo da pie a que sus enemigos verdaderos cumplan sus deseos. Adelante: no culpamos ni a Yunes, ni al ejército, ni a los ZETAS, tampoco a los Cirilos, sólo a Fidel Herrera Beltrán y a Javier Duarte de Ochoa… ”
· “…Los asesinos caminan por palacio de gobierno y en la secretaría de finanzas…”.


QUEDEN SIN RESPUESTAS INSTITUCIONALES Y PERSONALES DE LOS FUNCIONARIOS ESTATATALES MENCIONADOS: EL GOBERNADOR DEL ESTADO Y SU SECRETARIO DE FINANZAS.

POR EL BIEN DE TODOS; DE ELLAS Y ELLOS PERIODISTAS AMENAZADOS O ADVERTIDOS, PERSEGUIDOS, ESPIADOS Y VIGILADOS MEDIANTE VÍAS ILEGALES.

POR EL BIEN DE NUESTRO AMADO ESTADO DE VERACRUZ
POR EL BIEN DE MÉXICO.

UNAMOS NUESTRAS VOCES, NUESTRAS FIRMAS, NUESTROS ESPACIOS PERIODISTICOS PARA PEDIR UNA EXPLICACION A NUESTRAS AUTORIDADES Y EVITAR MÁS SANGRE SOBRE LA TIERRA VERACRUZANA; SOBRE LOS CUERPOS Y LA PIEL DE MUJERES Y HOMBRES QUE TRABAJAN EJERCIENDO UNA LIBERTAD QUE HA COSTADO Y SEGUIRÁ COSTANDO SANGRE Y VIDAS HUMANAS, SIN DUDA… POR LA LIBERTAD DE EXPRESION.

NO ACEPTEMOS COMO DESTINO MANIFIESTO LA CONDENA A MUERTE DE LAS PERIODISTAS Y LOS PERIODISTAS VERACRUZANOS QUE HOY SE SABEN AMENAZADAS Y AMENAZADOS, NI DE OTRAS Y OTROS QUE NO LO SABEN O NO LO SABEMOS, Y/O QUE PUEDEN VOLVER A SER O LLEGAR A SER AMENAZADOS.

En espera de su atenta respuesta y solidaridad, de usted Señor Gobernador y de ustedes compañeras y compañeros periodistas, trabajadores y dueños de los medios de comunicación.

Atentamente

Reynaldo Castro Melgarejo


PD VEREMOS…

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

SALUD POR MI AMIGO Y SALUD PARA NUESTRO AMIGO MANUEL ROSERO AVILA.


• ¿Moreira llegará a la dirigencia nacional del SNTE?
• Los emigrantes y sus familiares deben saber…
• Francia cancela el cultivo y consumo de maíz transgénico
• El trauma de vivir en pequeño. A proposito del programa de vivienda en Veracruz


15 de enero de 2008-01-15
reynaldocastromelgarejo@hotmail.com


Muchas gracias queridas y queridos lectores por su paciente espera. Lamento no haber podido estar con ustedes desde el pasado 14 de enero como quería y lo ofrecí, pero ya estamos en contacto y con la confianza en su generosidad y fraterna solidaridad, les pido respetuosamente que brindemos y pidamos al creador por un gran Amigo de muchas y muchos de nosotros

SALUD POR MI AMIGO Y SALUD PARA NUESTRO AMIGO MANUEL ROSERO AVILA.


• ¿Moreira llegará a la dirigencia nacional del SNTE?


¿Qué planes? ¿Qué proyectos? Tendrá el gobernador de Coahuila en su trayectoria magisterial y en sus aspiraciones o ambiciones políticas? Sin duda que hay planes de quienes son factores de “Poder Fáctico” en este México de nuestros amores y nuestros dolores para impulsar su carrera política en el magisterio y en la política nacional, su reciente pleito con senadores y políticos panistas lo posiciona dentro de las estructuras del PRI y no dentro del PANAL.

En su reciente boda por lo civil el mismo Carlos Salinas de Gortari y el Senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, fueron testigos; fue noticia nacional entre la clase política, la ausencia estratégica de la maestra Elba Esther Gordillo Morales.

No existe duda alguna respecto del Poder del Expresidente Salinas quién ha sido reconocido como operador político por el panismo y el priismo nacionales; adicionalmente, los distanciamientos de la maestra del mismo poderoso que la elevó a tan inimaginables alturas y algunas versiones de que su salud está muy delicada y las diferencias con personajes como el mismo Manlio Beltrones y del Poder en el gobierno de Felipe Calderón, están configurando el camino de otras estrategias que lleven o traigan cambios en los más altos puestos del Sindicato Nacional de trabajadores de la educación.

El ejemplo del gobierno del estado de Coahuila, que presentó al Congreso del estado una iniciativa de reforma a la Constitución Política y a la Ley de Participación Ciudadana estatales, con la que se pretende facultar a los ciudadanos para que presenten propuestas de ley, será seguido por otros gobiernos estatales. El subsecretario de Asuntos Jurídicos del gobierno local, Armando Luna Canales, explicó que los ciudadanos podrán presentar sus propuestas mediante la figura de “iniciativa popular”.

Sin duda traerá nuevas expectativas en la relación de la sociedad con el gobierno; la apertura democrática a legislar con sencillez a favor de reconocer y darle cauce a la aportación y participación de la sociedad en las posibles reformas y nuevas leyes para mejorar las formas de gobernar, aceptando su valor real y con respeto a su inquietud, motivación o interés ciudadano, permitirá que cualquier ciudadano de cualquier género presente iniciativas que modificarán leyes locales que tendrán una enorme trascendencia, pues difícilmente otros gobiernos estatales tardarán en aceptar que ese avance de la ciudadanía, de la sociedad, es para una mejor forma de gobernar y lograr mejores resultados en todos las áreas del gobierno local y sin duda municipal en su conjunto.

Todavía falta que se apruebe, pero cabe recordar que el gobernador de aquél estado ha dado muestras de tener el control del Congreso Local y al venir la iniciativa del mismo gobierno de Coahuila, es de esperar que sea aprobada tan importante iniciativa que proyecta al gobernador a nivel nacional.

Como en otros estados de la República, promover leyes es una facultad hasta hoy exclusiva del Ejecutivo, del Congreso estatal, municipios y organismos autónomos descentralizados.

Luna Canales señaló que las figuras de referendo, plebiscito e iniciativa popular están plasmadas en la Ley de Participación Ciudadana desde 2002.

Sin embargo, agregó, para hacer uso de ellas, se solicitaban demasiados requisitos, por lo cual la ciudadanía nunca pudo presentar alguna propuesta.

Recordó que la principal exigencia de esta ley es que cualquier coahuilense que deseara presentar alguna reforma de ley o iniciativa, debería acompañarla por 0.5 por ciento de firmas de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral.

Indicó que este porcentaje significaba unas ocho mil 900 firmas de ciudadanos, de las más de un millón 780 mil personas inscritas en el padrón electoral en la entidad, para poder impulsar una propuesta.

Subrayó que la propuesta presentada hoy al Congreso de Coahuila, permitirá que cualquier coahuilense haga sus propuestas de leyes, sin necesidad de acompañarlas de firmas, así como a cualquier mexicano que compruebe residencia mínima de tres años en la entidad.


• Los emigrantes y sus familiares deben saber:

Que cada vez más estados de la Unión Americana o del país Estados Unidos, están aceptando reformar sus leyes estatales para frenar y combatir la llegas o permanencia ilegal de millones de mexicanos; en el estado de Arizona, hay una creciente hostilidad legal contra migrantes. Hay una serie de leyes antinmigrantes de diverso grado de severidad, que se suma a la que obliga a los patrones a revisar el estatus migratorio de sus trabajadores.

Un análisis del gubernamental Instituto de los Mexicanos en el Exterior señala que durante el último año se han propuesto al menos 15 leyes de carácter estatal y ocho en condados, que buscan eliminar a toda costa la presencia de los indocumentados.

Aunque algunas han sido rechazadas, vetadas o revocadas, como la que permitía confiscar remesas bajo sospecha de lavado de dinero, algunas de las más severas se aplican de manera cotidiana en ciertos condados.

El catálogo de leyes que buscan terminar con la inmigración indocumentada va desde impedirles rentar espacios para vivir y comprar automóviles usados, hasta ampliar las facultades de las policías locales para aplicar las leyes migratorias federales.

A escala estatal, de las 15 leyes propuestas, siete han sido aprobadas, dos ya están en vigor, otras dos fueron rechazadas y cuatro más están pendientes de resolución.

Entre las que más afectan a los inmigrantes destacan la ley de sanciones a empleadores, conocida como Legal Arizona Workers Act, vigente desde el 1º de enero de este año, y la dedicada a los envíos internacionales de dinero, llamada International Remittances of Monies, que permitía confiscar remesas en caso de sospechar lavado de dinero.

Esta última ley, propuesta por el representante republicano Russell Pearce, que también lanzó la citada Legal Arizona Workers Act, se revocó, pero durante su aplicación afectó a 11 mil personas y confiscó 17 millones de dólares.

Uso de automotores: Con un camino legislativo avanzado, aunque todavía sin aplicación formal, se encuentra también un paquete de leyes relacionadas con la utilización de automóviles.

Por ejemplo, se pretende que quien compre un automóvil demuestre su estancia legal, esto es, exigiría a la corte estatal investigar la situación migratoria de quien cometa una infracción y aumentaría las restricciones para que los indocumentados recuperen sus autos decomisados.

Enjuciamiento in situ: En el condado de Maricopa se prepara la iniciativa Protect our City (protege nuestra ciudad), que permitiría, entre otras cosas, que la policía local procese in situ a cualquier persona y que cualquier empleado del ayuntamiento investigue la calidad migratoria de quien sea.

Pero más grave aún, en ese mismo condado (sede de la ciudad capital de Phoenix) ya está en vigor un memorando de entendimiento con autoridades federales que permite a la policía local detener a personas bajo sospecha de ser indocumentadas.

De esa forma, Arizona se ha convertido en un lugar de particular hostilidad para los inmigrantes, tanto mexicanos como de cualquier otro país.

• Francia cancela el cultivo y consumo de maíz transgénico

En Notas de Rafael Méndez en la página de Internet de El País, el pasado 13 de los corrientes una nota impactaba mi interés:

• “Francia veta el transgénico más común en España”.
• “París expresa dudas sobre su efecto sobre el medio ambiente y la salud”

“El Gobierno francés ha suspendido el cultivo del maíz transgénico. París alega que, según los últimos estudios, este maíz tiene efectos no deseados sobre el medio ambiente y que necesita nuevos estudios sobre su impacto en la salud humana. España es el líder europeo en el cultivo de la planta, llamada Mon 810, diseñada por la multinacional Monsanto y aprobada en la UE en 1998.

Un informe de Sarkozy sostiene que ese maíz daña a otros insectos; Alemania, Hungría y Austria prohibieron el cultivo, pero España lo defiende en México traerá consecuencias tal decisión del gobierno frances.

El transgénico es una planta a la que se le ha alterado un gen para que adquiera alguna característica nueva, en general la resistencia a una plaga. En este caso, el maíz produce una toxina que ataca al taladro, la plaga más común del maíz.

Con esta decisión, Francia prosigue su guerra contra los transgénicos. La decisión de suspender el cultivo fue anunciada en la página web del primer ministro francés, el conservador François Fillon, el viernes por la noche. El anuncio llegaba después de una semana de noticias contradictorias sobre este producto en Francia, ya que la Alta Autoridad sobre los Organismos Modificados Genéticamente estaba ultimando un informe sobre el cultivo.

En el comunicado, el Ejecutivo de Sarkozy anuncia que aplica "la cláusula de salvaguardia" sobre el cultivo de esta variedad. Esta cláusula está prevista en una directiva europea y fija que si un país dispone de nueva información de que un transgénico "constituye un riesgo para la salud humana o el medio ambiente podrá restringir o prohibir provisionalmente en su territorio el uso o la venta".

La decisión del Gobierno francés se basa en la revisión científica que ha llevado a cabo su autoridad sobre la materia. El comité científico asegura que hay datos que no se conocían en 1998 que demuestran que "la dispersión del polen alcanza distancias kilométricas". Estos resultados, según el informe, demuestran que es imposible garantizar que no se produce "polinización cruzada", que una planta transgénica polinice una tradicional. Esto puede arruinar a los agricultores ecológicos, a los que se les exige productos libres de transgénicos.

El estudio del Gobierno francés resalta también que hay "posibles efectos tóxicos adversos a largo plazo sobre las lombrices, los isópodos, los nematodos y las mariposas monarca". El informe cita estudios científicos de los últimos dos años en los que se demuestra que la toxina que produce el maíz ha aparecido "en la cadena trófica". Es decir, que acaba afectando a insectos para los que en teoría la toxina no debería tener actividad.

Por último, el informe sostiene que faltan estudios sobre la toxicidad a largo plazo sobre el hombre y la persistencia de la toxina en el medio ambiente. El texto sí destaca que el maíz transgénico tiene menos toxinas que el tradicional.

Esta es la primera vez que Francia activa la cláusula de salvaguardia para este maíz y es especialmente relevante ya que el maíz Mon 810 está ampliamente distribuido en la Península. En España se cultivan 75.148 hectáreas de maíz modificado genéticamente contra el taladro, seguido en Europa muy de lejos por Francia, con 21.174 hectáreas, según la Fundación Antama, que defiende los transgénicos.

En el último año el cultivo en España creció un 39%. Antama defiende que los transgénicos ahorran pesticidas, carburantes y requieren menos superficie de cultivo. El maíz transgénico se utiliza en España principalmente para alimentar el ganado, ya que la ley obliga a etiquetar su presencia.

El ministro francés de Ecología, Jean-Louis Borloo, resaltó la importancia de su decisión. "Al tomar Francia una decisión así, se va a convertir en un tema mundial porque somos una gran potencia agrícola, y por eso Monsanto se pone nervioso", declaró Borloo a Le Parisien. Francia se suma a Alemania, Austria y Hungría, que ya vetaron este maíz.

El anuncio recibió el apoyo de los ecologistas y el líder campesino francés José Bové concluyó la huelga de hambre que emprendió el jueves contra los transgénicos. Tradicionalmente en Francia se ha dado una oposición inusitada contra estos cultivos.”


• El trauma de vivir en pequeño

Bien harán en leer esta nota, de Rocío Tapia publicada en El Universal del pasado domingo 13 de enero de este año, los funcionarios y constructores, así como los líderes de organizaciones que habrán de promover para sus intereses y agremiados la posibilidad de que ciudadanos de ambos géneros obtengan una vivienda de interés social construida por el gobierno del estado y también federal; que ya vendrán los repartos y los reparos.

“Sin una norma general que indique medidas mínimas en las casas de interés social, las inmobiliarias construyen viviendas muy reducidas sin atender los efectos que provocan en la salud mental y física de sus residentes

En México hay una tendencia por construir viviendas reducidas, a pesar de los riesgos que representa para la salud de los habitantes. Estudios sobre el caso demuestran que la falta de espacio constituye un factor que acelera situaciones de agresión.
Desde hace más de dos décadas, a lo largo y ancho del país, las grandes constructoras edifican casas de interés social que llegan a medir 32 metros cuadrados; los expertos califican esto de inhumano e indigno.

El hacinamiento es el que más influye a nivel sicológico. Se caracteriza por ser acumulativo, “a lo largo de meses se vuelve una circunstancia importante en términos de relación familiar o de sensación de bienestar personal, suele traer conflictos fuertes. Cuando alguien quiere estar solo y no tiene dónde, representa una presión muy seria”, sostiene Javier Urbina, sicólogo urbanista de la UNAM.

En lugares pequeños, agrega, la convivencia se vuelve difícil ante la falta de privacidad. La territorialidad y el hacinamiento son elementos de la conducta y en ellos hay una fuerte connotación de necesidad de espacio; “si es reducido todos se verán afectados”.

Factor de riesgo

La Organización Mundial de la Salud, en el documento Estrategia de la vivienda saludable, establece que en el ambiente de la vivienda un individuo se sumerge al menos 50% de su tiempo. Las condiciones de ésta pueden considerarse factores de riesgo o agentes de la salud de los residentes.

En las observaciones destaca, por ejemplo, que la contaminación del aire interior, particularmente humo de cocinas mal ventiladas y cigarros, contribuye a la severidad de las infecciones respiratorias como bronquitis y neumonía, incrementando el riesgo de cáncer.

El reporte describe que la vivienda influye favorablemente en procesos restauradores de la salud e incentiva la actividad creadora y el aprendizaje, cuando sus espacios reúnen las condiciones de facilitación para las que fueron diseñados.

Javier Urbina comenta que ante estresores ambientales, los habitantes de estas pequeñas viviendas desarrollan estrategias o pierden ciertos límites de interacción con los demás en un intento por evitar alteraciones, se vuelve entonces una pelea por el espacio. “No faltarán las disputas entre vecinos por apropiarse de áreas comunes”, comenta el especialista al hablar sobre la disfuncionalidad de los departamentos y casas pequeñas.

Más por menos

El diputado Daniel Chávez García, secretario de la Comisión de Vivienda, reconoce que hay quejas ciudadanas de quienes adquieren departamentos reducidos y les causan problemas, por eso “tenemos que fijar una política de vivienda que genere gente sana, con amplio desarrollo en todos los sentidos tanto sicológicos como sociales”.

Las constructoras —advierte— en su afán de hacer departamentos más económicos han abusado de la necesidad social, incluso bajan la calidad de los materiales e incumplen con la norma de entregar viviendas dignas.

Araceli Escalante, de la misma comisión legislativa, dice que muchas viviendas de interés social carecen de espacios para mejorar la salud, “no dejan nada para áreas verdes. En los fraccionamientos buscan aprovechar al máximo los terrenos”.

Esto acarrea riesgos. A nivel colectivo, describe Urbina Soria, afecta la forma en que se desarrolla la familia, “necesariamente es negativa en las relaciones”, y también a la tolerancia diferenciada individual, “unos más que otros van a salir dañados sicológicamente. La falta de espacio facilita que la agresión se dispare”.

En el rubro social, el estudio Conjuntos habitacionales en la ciudad de México, realizado por investigadoras de la UAM, identifica problemas comunes como la apropiación de áreas colectivas para usos privados; inseguridad y delincuencia; conflictos entre vecinos; nula o casi inexistente relación de los habitantes del barrio.

Medida ¿estándar?

En los últimos años la dimensión promedio de las viviendas es de unos 42 metros cuadrados. Esta medida desde el sismo de 1985; el gobierno debía entregar casas a damnificados y disponía de un terreno. Al dividirlo dio como resultado esa cantidad que quedó establecida como “una norma no escrita” pero que se ha ido reduciendo.

El experto en sicología ambiental, Serafín Mercado, en su libro Habitabilidad en la vivienda urbana, señala que lo mínimo que debe tener una vivienda para una familia media mexicana, de cuatro integrantes, son 45 metros cuadrados.

En México no hay ley general que establezca una cantidad mínima de metros cuadrados en las viviendas por persona. Así, las grandes inmobiliarias encontraron la fórmula y le sacan provecho. “Le agarraron el modo, donde sea construyen igual, puede ser Mérida o Tijuana. Saben su negocio, casi siempre compran parejas jóvenes a las que inicialmente el espacio les parece suficiente pero al cabo de cuatro o cinco años ya no”, explica Javier Urbina.


Caso omiso

En su página electrónica, la Comisión Nacional de Vivienda señala que el gobierno se propuso la meta de alcanzar un ritmo de financiamiento y construcción de 750 mil viviendas anuales a partir de 2006.

Carlos Lozano de la Torre, presidente de la Comisión de Vivienda en el Senado, informa que tanto el gobierno federal como las constructoras están induciendo tamaños cada vez más chicos para hacer más acciones de vivienda; por eso, abunda, es necesario diseñar una política que todos sigan.


Javier Urbina aclara que no es una cuestión de ignorancia, porque tanto a los desarrolladores de vivienda como a las dependencias públicas se les han entregado informes sobre los efectos en la salud; “lo saben pero pesa más el factor económico”. “

¿Será que hay planes de proyección nacional para Humberto Moreira, Gobernador de Coahuila?

Yo no lo dudo….

VEREMOS…


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