Hoy, la Economía como ciencia política y social, que impacta negativa o positivamente el bienestar social y el desarrollo humano; como marco de referencia interactiva en la vida personal, familiar, social e institucional de los países del mundo, predomina en las decisiones de gobernantes, empresarios, políticos, electores, consumidores y sociedad en general. El futuro de la Salud pública, la educación, la seguridad social, la Justicia; de la alimentación en general, está en peligro para todos, principalmente para los más pobres; pues el costo de los alimentos y principales artículos de consumo diario como el aseo personal, familiar y de casa, así como otros que son impactados por el constante aumento en los combustibles y transportes están subiendo de precios y seguirán costando más caros, lo cual no se reflejará en los aumentos a los sueldos y salarios, e igualmente en los porcentajes de ganancias de pequeños y medianos comercios y empresas. La crisis es inevitable. Las oportunidades de empleos en mayor oferta y mejor pagados; la posibilidad de obtener créditos para construir o comprar viviendas, así como para adquirir enseres domésticos o automóviles, estarán restringidas; ya estamos en tiempos de crisis. Esta crisis que impactará la producción y distribución de bienes y servicios para la satisfacción de necesidades humanas, tanto como la generación y distribución de la riqueza nacional.
Una crisis mayor a la sufrida a partir de 1929 y durante la década de los treintas, es ya una realidad creciente y con elevados riesgos de recesión en economías desarrolladas, emergentes y atrasadas. El costo político, social y humano, lo pagaremos todos en menor o mayor medida. Desempleo, Hambruna, rescates públicos de pérdidas bancarias y/o de quiebras empresariales; y mayor pobreza, miseria y desolación en los más de 20 millones de pobres en el país y los más de un millón seiscientos mil veracruzanos en pobreza extrema (vea el Articulo de Antonio Williams: “1 millón 800 mil veracruzanos en la pobreza extrema”) en distintas páginas de Internet.
He tomado algunos antecedentes históricos, sobre referentes destacados en el valor de la economía, en contiendas electorales, como ahora sucede en el país Estados Unidos de América.
He encontrado entre otras interesantes “Es la economía, estúpido” De Wikipedia, la enciclopedia libre en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Es_la_econom%C3%ADa,_est%C3%BApido.
En su tiempo de campaña, Bill Clinton hizo eje en los problemas del bolsillo y logró imponerse en su elección presidencial con su ya famoso lema: "Es la economía, estúpido".
"La economía, estúpido" (the economy, stupid), fue una frase muy utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George H. W. Bush (Bush padre), que lo llevó a convertirse en presidente de los Estados Unidos. Luego la frase se popularizo como "es la economía, estúpido" y la estructura de la misma ha sido utilizada para remarcar los más diversos aspectos que se consideran esenciales.”
“Origen de la frase. Poco antes de las elecciones de 1992, Bush era considerado imbatible por la mayoría de los analistas políticos, fundamentalmente debido a sus éxitos en política exterior, como el fin de la Guerra Fría y la Guerra del Golfo Pérsico; su popularidad entonces había llegado al 90% de aceptación, un record histórico.”
“En esas circunstancias, James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, señaló que éste debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas. Y con el fin de mantener la campaña enfocada en un mensaje, Carville pegó un cartel en las oficinas centrales con tres puntos escritos:
1. Cambio vs. más de lo mismo
2. La economía, estúpido
3. No olvidar el sistema de salud
Aunque el cartel era solo un recordatorio interno, la frase se convirtió en una especie de slogan no oficial de la campaña de Clintón, que resultó decisivo para modificar la relación de fuerzas y derrotar a Bush, algo impensable poco antes.
Adopción popular y extensión. La frase se instaló en la cultura política estadounidense y también internacionalmente. Usualmente se la expresa precedida de la palabra "es". Adicionalmente, la estructura de la expresión, orientada a destacar lo esencial en determinada situación, ha sido utilizada para referirse a otras cuestiones consideradas esenciales, como "¡es el déficit, estúpido!", "¡es la empresa, estúpido!", "son las matemáticas, estúpido!", "son los votantes, estúpido!", etc.”
“EL LEMA QUE LLEVO A BILL CLINTON A LA PRESIDENCIA SE REEDITO POR EL TEMOR A LA RECESION EN EE.UU. "Es la economía, estúpido": la sombra del 90 volvió a la pelea”, escribió Ana Barón, el domingo 20 de enero de 2008, siendo corresponsal del periódico El Clarín de Argentina, en Washington, USA (http://www.clarin.com/diario/2008/01/20/elmundo/i-02301.htm):
“Tras el desastre en la Guerra de Irak, todos los candidatos comenzaron sus respectivas campañas electorales este año poniendo el acento sobre la política exterior. Pero nuevamente el rápido deterioro de la situación económica volvió a irrumpir en la carrera hacia la Presidencia y, esta vez, los precandidatos parece que aprendieron la lección del pasado. En una semana, el debate sobre qué hacer con Irak pasó a segundo plano y la economía ocupó el debate: como sucedió 16 años atrás: "Es la economía, estúpido".
“El clima reinante hoy es muy parecido al que prevalecía en la década del 90. Basta con mirar la televisión para comprender que actualmente la preocupación ya no está tan centrada en los cadáveres de los jóvenes soldados que vuelven enfundados en banderas estadounidenses desde Irak, sino en cómo sobrevivir a lo que ya todos califican de "recesión".
“Los estadounidenses no piensan en otra cosa que no sea en cómo hacer para pagar sus hipotecas al mismo tiempo que los productos de la canasta familiar siguen en aumento.”
Un Economista que reconoce su error…
El Economista, expresidente de la Reserva Federal del Gobierno de los Estados Unidos, Alan Greenspan, considerado antes de esta gran crisis, como un “salvador del capitalismo”, reconoce que cometió un “error” al creer que los bancos que operaban por sus propios intereses serían suficientes para proteger a los accionistas y la equidad de sus instituciones. “La deficiencia fue "un error del modelo que yo percibí como la estructura crítica de funcionamiento que define cómo avanza el mundo". Dijo que está en shock por la manera en cómo los bancos y las empresas financieras no se vigilaron y controlaron a sí mismas, que es con lo que él y otros encargados de supervisión en el Gobierno habían contado. El ideólogo económico estadounidense dijo que se trató de un error de previsión "un 60 por ciento del tiempo estuvimos acertados y lo hicimos realmente bien, fallamos en el otro 40 por ciento". Acusado de contribuir a la crisis, pero negando que fuera su culpa, Greenspan dijo a los congresistas que la caída de los mercados le dejó en un "estado de asombrosa incredulidad". (http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=6374&idArt=2951467)
Greenspan fue el testigo inicial en una audiencia convocada para recabar la opinión de importantes funcionarios recientes sobre los motivos que desencadenaron la peor crisis financiera desde 1930. El economista dijo al Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes que se equivocó al creer que los bancos serían más prudentes al prestar dinero, ya que era su obligación proteger a los accionistas. Greenspan, que renunció en febrero del 2006 tras más de 18 años en la Reserva Federal, tuvo que explicar el papel que desempeñó en la crisis.
Desprestigiado y considerado culpable de medidas insuficientes desde su gran responsabilidad, lo que, entre otros factores, provocó la gran crisis; es testigo de la acción desesperada de distintos gobiernos de países capitalistas como Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y otros capitalistas de nacionalizar bancos, para “salvar el capitalismo”.
Uno de los íconos de la economía en los estados Unidos y en el mundo capitalista durante casi dos décadas, reconoce que se equivocó. Un hombre cuyas decisiones y declaraciones en materia de economía, marcaron la vida de millones de seres humanos y la economía de cientos de países en el mundo, durante los más de 18 años que tuvo bajo su responsabilidad el cargo de Presidente de la Reserva Federal; ocupó esta responsabilidad a partir del
11 de agosto de
1987, concluyendo el
1 de febrero de
2006. Su tiempo de Poder de decisión en materia Económica, ocurrió durante los gobiernos de presidentes de ambos partidos en pugna en los Estados Unidos: los republicanos
Ronald Reagan,
George H. W. Bush, y
George W. Bush; y el Demócrata
Bill Clinton.
Al respecto de sus medidas, Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Alan_Greenspan) nos ayuda a conocer algunas de sus convicciones y también algunas opiniones de sus críticos: “En el inicio de la crisis económica de 2008, se acusó a Alan Greenspan de haber permitido durante su mandato la proliferación de los denominados contratos financieros derivados (contratos para suavizar las pérdidas de las inversiones que permiten asumir más riesgos), que fueron la causa final de la crisis, y no haber permitido su regulación. El banquero Felix G. Rohatyn advirtió del peligro de estas operaciones calificándolas de "bombas de hidrógeno financieras", y Warren E. Buffett como "armas financieras de destrucción masiva que entrañan peligros que, aunque ahora estén latentes, pueden llegar a ser mortíferos". No obstante, Greenspan afirmó ante el Senado de Estados Unidos en 2003 que "lo que hemos visto a lo largo de los años en el mercado es que los derivados han sido un vehículo extraordinariamente útil para transferir el riesgo de las personas que no deberían asumirlo a aquellas que están dispuestas y son capaces de hacerlo". “Durante la crisis de 2008, mantuvo sus posiciones, considerando que la misma se producía una vez cada cien años y el problema no eran los contratos, sino la avaricia. No obstante, Frank Partnoy, catedrático de la Universidad de San Diego afirmó que estaba "claro que los derivados son un punto central de la crisis y él era uno de los principales defensores de la liberalización de los derivados". En opinión de muchos economistas, de haber actuado de otra manera Greenspan, la crisis se hubiera mitigado.”
Distintos medios de comunicación en México y el mundo, dan cuenta este 23 de octubre de 2008, de las declaraciones en otro sentido, del que fuera el gran personaje intransigente en la mejora regulatoria de los bancos y los banqueros: “Greenspan admitió durante una audiencia de la Cámara de Representantes que cometió un error al creer que los bancos que operaban por sus propios intereses serían suficientes para proteger a los accionistas y la equidad de sus instituciones”. (http://www.informador.com.mx/economia/2008/48130/6/crisis-financiera-fue-un-maremoto-imprevisto-greenspan.htm)
El ex dirigente del banco central estadounidense lo llamó “un error del modelo que yo percibí como la estructura crítica de funcionamiento que define cómo avanza el mundo''.
Acusado de contribuir a la crisis, pero negando que fuera su culpa, Greenspan dijo a los congresistas que la caída de los mercados le dejó en un ``estado de asombrosa incredulidad''.
El economista dijo al Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes que se equivocó al creer que los bancos serían más prudentes al prestar dinero, ya que era su obligación proteger a los accionistas.
Greenspan fue el testigo inicial en una audiencia convocada para recabar la opinión de importantes funcionarios recientes sobre los motivos que desencadenaron la peor crisis financiera desde la década de 1930.
El economista dijo al Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes que se equivocó al creer que los bancos serían más prudentes al prestar dinero, ya que era su obligación proteger a los accionistas.
Greenspan, que renunció en febrero del 2006 tras más de 18 años en la Reserva Federal, tuvo que explicar el papel que desempeñó en la crisis.
Sus críticos lo acusan de haber dejado las tasas de interés demasiado bajas al principio de la década, lo que impulsó un insostenible auge de la vivienda, negándose a la vez a ejercer las prerrogativas de la Reserva de imponer mayores regulaciones a la emisión de nuevos tipos de hipotecas, incluyendo las de alto riesgo.
El presidente del comité, Henry Waxman, sugirió que Greenspan contribuyó a ``prácticas crediticias temerarias'' al rechazar pedidos para que la Fed interviniera y regulara el aumento de hipotecas de alto riesgo.
“La lista de errores regulatorios es larga'', dijo Waxman sobre el control de la Fed y otros reguladores federales.
“Mi pregunta para usted es simple: “¿Se equivocó usted?'', le preguntó Waxman a Greenspan.
“Bueno, parcialmente'', contestó el economista.
Sin embargo, Greenspan culpó después a inversionistas demasiado nerviosos que no tuvieron en cuenta las amenazas que habría una vez que el precio de las casas dejara de subir.
Greenspan dijo que lo que había sido un “pilar crítico de la competición de mercado y el libre mercado se derrumbó. Creo que, tal como he dicho, eso me sorprendió. No acabo de entender aún por qué pasó”, añadió.
Además de la presentación de Greenspan, reguladores federales dijeron al Congreso el jueves que están trabajando en un plan que podría ayudar a muchos dueños de casas a no perderlas.
Neel Kashkari, un funcionario del Departamento del Tesoro, dijo al Comité Bancario del Senado que el nuevo plan podría incluir nuevas normas para cambiar hipotecas, reducir su precio y ofrecer garantías crediticias.
“Estamos dispuestos a hacer lo que haga falta para evitar ejecuciones hipotecarias que se puedan prevenir'', dijo.
Sheila Bair, presidenta de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos dijo al mismo comité que el gobierno necesita hacer más para ayudar a miles de personas que pretenden obtener una hipoteca, incluida la idea de introducir normas que hagan las hipotecas más baratas y ofrecer garantías a bancos.
“Podrían emplearse garantías crediticias como incentivo para los que ofrecen servicios puedan cambiar los términos de los préstamos”, dijo Bair. “Haciendo esto, préstamos demasiado caros podrían ser convertidos en préstamos asequibles a largo plazo”'.
En este contexto, el rescate de la confianza en la persona que dirija la Reserva Federal del gobierno de los Estados Unidos, está en juego. Ahora, lo más complicada para el triunfador de la elección del próximo presidente de ese país será, elegir secretario del Tesoro. Difícilmente otro puesto del gabinete es tan esencial en el nuevo gobierno estadounidense. La economía en recesión, la creciente crisis que no terminará pronto y la debacle de los bancos y financieras inmobiliarias o hipotecarias, tiene un alto costo para los electores. Hoy más que nunca, en unas elecciones presidenciales, los ciudadanos de todos los sectores económicos y sociales, tienen los ojos puestos en el desenlace posible de una crisis económica. Lo cual se cifrará totalmente en la designación del posible Secretario del Tesoro.
Las posibilidades de Warren E. Buffett que se opuso a Greenspan y sus medidas de no controlar en serio los derivados financieros y los contratos bancarios en materia hipotecaria, y que consideró a los contratos financieros derivados (contratos para suavizar las pérdidas de las inversiones que permiten asumir más riesgos), que fueron la causa final de la crisis, y cuestionó en serio a Grenspan por no haber permitido su regulación, y los calificó como "armas financieras de destrucción masiva que entrañan peligros que, aunque ahora estén latentes, pueden llegar a ser mortíferos", tiene más posibilidades que otros.
El nombramiento del nuevo Secretario del Tesoro en el nuevo gobierno de los Estados unidos, puede ser efectuado, incluso, antes de que tome posesión el nuevo Presidente de ese país, que todo parece indicar que será Barack Obama.
Distintos medios nos ilustran sobre personajes de la Economía que destacan como posibles ocupantes del cargo de Secretario del Tesoro en el próximo gobierno de los Estados Unidos de América.
Del lado demócrata, un nombre aparece en todas las quinielas: Timothy Geithner, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, una apuesta segura por conocer al dedillo Wall Street y por haber sido mano derecha del presidente del banco central estadunidense, Ben Bernanke, en esta crisis.
Otros nombres que suenan bastante son los del director ejecutivo de JP Morgan Chase, James Dimon, asesor económico del senador afroamericano, y dos ex secretarios del Tesoro en los gobiernos de William Clinton: Lawrence Summers y Robert Rubin.
El primero es profesor en Harvard, pero su dimisión como presidente de la universidad en 2006 en medio de una controversia puede jugar en su contra.
Por su parte, Rubin ha tenido puestos directivos en Citigroup desde que dejó el servicio público.
También suenan como probables candidatos del lado demócrata John Corzine, actual gobernador de Nueva Jersey y ex máximo responsable de Goldman Sachs, o el presidente de UBS Américas, Robert Wolf, uno de los mayores contribuyente de la campaña de Obama.
Otro de los asesores económicos del senador por Illinois, Paul Volcker, presidente de la Fed entre 1979 y 1987, ha sido mencionado por algunos medios.
Por su parte, McCain tiene muchas posibilidades de considerar seriamente a Meg Whitman, que ha estado 10 años al frente de la popular compañía de subastas por Internet eBay, puesto que dejó meses atrás para convertirse en copresidente de la campaña del republicano.
McCain la ha elogiado en público en varias ocasiones, aunque su limitada experiencia en el campo financiero sería un inconveniente, al igual que para otro posible nominado, el presidente de Cisco System, John Chambers.
Otros expertos mencionan a John Thain, al frente de Merrill Lynch y ahora de Bank of America tras la adquisición de la primera firma. También ha sido presidente de la New York Stock Exchange (NYSE) y alto directivo en Goldman Sachs.
Otra opción para el republicano sería Robert Zoellick, que durante años bajo la administración Bush fue representante comercial de Estados Unidos, subsecretario de Estado y desde el año pasado presidente del Banco Mundial.
En fin tal vez estemos por ver que alguna mexicana o a algún mexicano, que sabe de Economía, sea considerado como Asesora o Asesor, del nuevo presidente de los Estados Unidos en materia de Economía; ya Rosario Marín, mexicana nacida en la Ciudad de México, Distrito Federal, es reconocida como la inmigrante más poderosa pues su firme convicción la llevó a ser en Estados Unidos Titular de la Tesorería Federal en el gobierno de George W. Bush y tener actualmente 17 dependencias a su cargo en el gabinete de Arnold Schwarzenegger en el gobierno de California. Autora del libro autobiográfico: “Una líder entre dos mundos. La historia de la primera mexicana tesorera de Estados Unidos".
¿Veremos que en México, los que saben de Economía, reconozcan que se han equivocado?
¿Rectificarán gobernantes y empresarios?
¿Se incrementarán las medidas de regulación en las operaciones bancarias?
¿Veremos en el gobierno del Estado de Veracruz, una mejor atención a los campesinos y ciudadanos en general, antes de que lleguen a la desesperación?
La participación de la sociedad, para validar la Transparencia en el origen y destino de los recursos públicos desde los municipios y el Combate preventivo de la corrupción en México, son vías solidarias y de eficaz control en el gasto público, así como en las inversiones con recursos públicos para enfrentar la crisis que ya tenemos encima. En mucho por los errores de economistas como Alan Greenspan y otros que sin importar siglas partidistas, deliberadamente poco les importa la realidad de su país, de su estado o de su municipio y solo viven para buscar con recursos públicos, promover subordinados o aliados, imponer candidatos y ganar elecciones.
¿Entenderán los ciudadanos de ambos géneros y los Legisladores locales y federales de todos los partidos políticos, que en Veracruz por el bien de todos, se debe revisar la Economía del gobierno del estado a cargo de Fidel Herrera Beltrán, y de cada uno de los municipios, antes de que nos digan que reconocen sus errores? Y aunque nunca reconozcan sus errores, los recursos públicos serán muy escasos, cada día más en todo el país, en el estado y en cada uno de los 212 municipios y muchos de esos recursos públicos podrían ser gastados, sin importar siglas partidistas, en la promoción de subordinados o aliados, imposición de candidatos y/o, en ganar elecciones federales, municipales y/o estatales.
La verdad, no sé si lo…
VEREMOS….