¿Las universidades públicas regresan a los espacios de Poder?
¿Participarán en la toma de decisiones?
Ojala entiendan en las universidades Públicas, que la lucha en contra de la Pobreza, pasa obligada primero, por el Combate Preventivo de la Corrupción desde los municipios.
Observan por primera vez actividad neuronal vinculada a decisiones. UNAM
reynaldocastromelgarejo@hotmail.com
No obstante que la práctica nos demuestra que la definición de quienes han de alcanzar las rectorías en las universidades públicas está en las manos de los gobernantes poderosos en México y en América Latina, o se han convertido en cacicazgos desde los centros universitarios, lo que las hace ver a la mayoría de esas instituciones, a sus rectores y funcionarios, (no por ello dejo de reconocer que existen honrosas excepciones) como verdaderos entes serviles del poder político y económico, proclives al encubrimiento de casos de verdadera opacidad en el uso de los dineros universitarios que son públicos, a la complicidad y en algunos casos extremos muy proclives a la corrupción, la complicidad y la impunidad; el desbordamiento de la corrupción y las complicidades que provocan desgracias a millones de personas, está generando el reclamo de espacios de participación por parte de las universidades públicas para valorar proyectos de gobierno y sus efectos en materia de desigualdad, falta de equidad y el combate a la pobreza. El proceso de elección del nuevo Rector en la UNAM en pleno estará observado por propios y extraños; la opacidad o transparencia en la elección del nuevo Rector será un capital o un pasivo que podremos hacer valer o pagaremos los egresados de esa máxima casa de estudios.
Los espacios de las universidades públicas en los procesos de las decisiones nacionales en el gobierno y las grandes empresas, pueden ser recuperados en el desarrollo de las naciones y el proceso de la toma de decisiones. Las luchas sin sentido entre funcionarios públicos junto con empresarios egresados de universidades privadas en México y en el extranjero, en contra de egresados de universidades públicas, para merecer puestos de nivel en la toma de decisiones en el gobierno, durante los años setentas, dieron como resultado una inevitable marginación y desprecio por los egresados de las universidades públicas en miles de casos; uno de los gremios ejemplo de esta lucha fue el de los economistas, en sus distintas agrupaciones. Hoy los economistas no participan ni remotamente como antes en el diseño de las políticas públicas; si acaso, muchos de ellos, apenas se notan en sus ambiciones de Poder en los gremios estatales y nacionales.
Las pugnas internas por las dirigencias siguen siendo un camino para entronizar a personas con referentes de mayor importancia en sus relaciones de Poder que en sus aportaciones y estudios en la materia de su profesión.
Un hecho reciente en favor de la recuperación de espacios de poder para las universidades públicas, lo registran los pronunciamientos conjuntos en la reciente reunión de La Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) en la cual se acordó que las casas de estudio de la región deben combatir la falta de equidad y la pobreza, además de luchar por la erradicación de la desigualdad.
Ojala entiendan en las universidades Públicas, que la lucha en contra de la Pobreza, pasa obligada primero, por el Combate Preventivo de la Corrupción desde los municipios.
Al concluir la 74 sesión ordinaria del consejo ejecutivo y la 16 asamblea general de ese órgano, en Santa Fe de Bogotá, Colombia, los representantes de estas casas de estudios –entre ellas la UNAM– acordaron que deben mantener la convicción de brindar una educación pública, además de que se confirmó la necesidad de consolidar el espacio iberoamericano del conocimiento para impulsar la cooperación e integración de América Latina.
¿Cuantas universidades públicas de México, se incorporarán de membrete a esta convocatoria? ¿Cuántas se incorporarán para impulsar la imagen del gobernador en turno, en una encubierta estrategia de encubrimiento de ineficiencias, corrupción y complicidades? O ¿en apoyo de aspiraciones y ambiciones políticas?
A propósito de la participación de las universidades públicas en asuntos tan trascendentes para los países de América Latina, para combatir la pobreza, la falta de equidad y supuestamente luchar por la erradicación de la desigualdad, el primer asunto delicado esta casi en manos de los universitarios de la UNAM Y de los técnicos del INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL, el POLI, En relación a la desgracia en Tabasco, se ha dicho de todo. Pero resulta interesante que el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México unan esfuerzos para realizar una investigación científica conjunta para conocer lo que originó tal precipitación. Sería interesante que esa idea que recorre distintas oficinas públicas, sea impulsada en el Congreso de la Unión.
Unas de las preguntas que deberán tener respuesta sin duda para el país entero es ¿Quién puede regular y controlar el afluente de los ríos de Tabasco?, ¿Cómo lo hicieron? ¿Cuándo lo hicieron? ¿Por qué lo hicieron así y no de otra manera? bien sabemos que solo dos instituciones públicas, la CFE, mediante las plantas hidroeléctricas que tiene en el estado de Chiapas, y la Comisión Nacional del Agua porque es su tarea, cuando la CFE va a desfogar agua en los ríos, avisar a alguien, no nada más lo puede hacer así.
La participación de las universidades públicas en el estudio, investigación y deslinde de responsabilidades debe ser una exigencia de las mismas autoridades universitarias de cada entidad federativa, inicialmente deben sumarse las de Tabasco y Chiapas a sabe e informar a la sociedad de cada estado y municipio la verdad sobre la aplicación correcta de los recursos públicos y los planes de prevención en el manejo de los desastres naturales que ahora afectan vidas y patrimonios, así como los proyectos y su validez en relación a la magnitud de los riesgos que traen los avances del desarrollo en los estados y municipios desde los grandes proyectos de producción de energía eléctrica y otros que ahora no tenemos detectados pero que representan graves riesgos, como los de vivienda en las márgenes de los ríos y cercanías de plantas hidroeléctricas o núcleo-eléctricas como Laguna Verde.
Gerardo Fernández Casanova, colaborador del periódico Por Esto, que se edita en la península de Yucatán y circula en todo el sureste, escribió el pasado jueves, 08 noviembre 2007, en su colaboración titulada “Tabasco anegado. Corrupción a flote” lo siguiente:
“Lamento no poder limitar mi escrito a la expresión de solidaridad por el desastre que sufren los tabasqueños; no puedo dejar pasar la intención de que sea la filantropía quien se aboque al restablecimiento de la normalidad y la recuperación por los daños sufridos. Acepto que el siniestro obedeció, en parte, a causas de orden natural de carácter meteorológico y climático, pero también de orden político por el modelo depredador que produce resultados como los registrados en Tabasco. Sin dejar de manifestar mi solidaridad con los damnificados y hacer la aportación que mis posibilidades permiten, quiero también compartir el sentimiento de agravio y el coraje por la parte humana de las causas del siniestro. Me refiero a dos grandes rubros de causas; uno referido a la no conclusión del plan hidráulico y, el otro, relacionado con la criminal operación del sistema hidroeléctrico. Veamos.
La cuenca del río Usumacinta, que abarca el Norte de Chiapas y la totalidad de Tabasco, constituye una de las más ricas reservas de agua del mundo, capaz de generar energía limpia, producción agropecuaria y justicia social. El plan hidráulico contempló la construcción del sistema de presas de propósito múltiple: generación hidroeléctrica, regulación de las avenidas para la protección contra las inundaciones y aprovechamiento de los excedentes, incluida la construcción de infraestructura de transporte fluvial, todo en el marco de un proyecto integral. El primer propósito se cumplió a cabalidad con las plantas generadoras de Mal Paso, Chicoacén, Angostura y Peñitas, cuya operación también contribuye parcialmente a la regulación de avenidas; lo que quedó pendiente fue el aprovechamiento de los excedentes, lo que hace que el agua, una vez que generó electricidad en su descenso, corra hacia el mar por los ríos de Tabasco sin mayor utilización. El Ing. Leandro Rovirosa, que fue Gobernador de Tabasco y, antes, Secretario de Recursos Hidráulicos, planteó la construcción de un canal intracostero para la derivación del excedente hidráulico que, además de eliminar las inundaciones, crearía un medio de transporte de muy bajo costo susceptible de conectarse hacia Veracruz y Campeche. El proyecto mereció una poco disimulada carcajada para desecharlo y negarle recursos presupuestales, seguramente alentada por el poderoso pulpo camionero y sus patrocinadores de la industria automotriz gringa (léase el mismo libro del transporte ferrocarrilero). Al faltar este tramo del plan, la capacidad regulatoria de los embalses tiene un límite que, al ser rebasado, genera desastres como los que hoy se sufren. En pocas palabras, la región aporta una gran riqueza al país, pero se le niegan los recursos para su aprovechamiento.
El segundo rubro, que califico de verdaderamente criminal, se refiere a la operación del sistema hidroeléctrico. Para no caer en la tentación de irme de oídas, consulté la página de Internet de la Secretaría de Energía, donde encontré la estadística de generación de electricidad en todas sus modalidades. De esta información oficial destaco las siguientes cifras: en el año 2000 las plantas hidroeléctricas generaron 33,075 gwh (gigawatts-hora), cifra que se redujo a 19,753 gwh en 2003; en el mismo lapso la generación por vía termoeléctrica pasó de 125,525 a 117,722 gwh, en tanto que los PEE (productores externos de energía) pasaron de 1,295 a 31,645 gwh en el mismo plazo. De 2004 a 2006 se observa una recuperación de la generación hidroeléctrica hasta 30,305 gwh y una nueva reducción de 13% en los primeros 9 meses de 2007; en tanto que la termoeléctrica continuó su descenso hasta 98,308 gwh y la particular su ascenso hasta 59,428 gwh. Lo que estas cifras dicen claramente es que, por decisión política, la generación de la CFE, incluida la hidroeléctrica que es limpia y de bajo costo, se redujo para dar lugar a la de las empresas particulares, que emplea gas importado y es contribuyente al calentamiento global, lo que es una forma explícita de entrega del patrimonio nacional al extranjero. Pero lo más grave del caso, en lo tocante a la inundación tabasqueña, es que al reducirse la generación en el sistema de presas, particularmente la de La Peñita, se registró una sobre acumulación de agua que obligó a la apertura de las compuertas en paralelo al torrencial aguacero, lo que aportó varios metros al nivel del agua en la planicie; se aduce con razón que, de no haberlo hecho, el riesgo de ruptura de la presa multiplicaría el desastre, pero no se dice que si se hubiese mantenido el ritmo de aprovechamiento eléctrico (turbinación) durante el año, no se habría registrado la excesiva acumulación.
A la luz de la información oficial me queda claro, espero que también a usted, que lo que hoy sufren mis paisanos tabasqueños no es cosa del cambio climático o designio de la naturaleza, sino que se trata de acciones criminales del gobierno neoliberal. Con absoluta desvergüenza el espurio Calderón convoca a la filantropía para rescatar a los damnificados, pide no ver el pasado y no politizar el asunto, como si tratara de un juego de canicas o de un Teletón para construir una falsa imagen de generosidad para quienes medran con la entrega del país. No, de ninguna manera es por ahí la cosa. Se trata de delitos de lesa humanidad, que no admiten perdón ni encubrimientos filantrópicos, sino el más ejemplar castigo.”. Hasta aquí lo escrito por el tabasqueño Gerardo Fernández Casanova.
Ojala de verdad, la participación de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional, sea convocada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y ambas instituciones ayuden a despejar y a aclarar la verdad; y de existir culpables, sean castigados, para acabar con especulaciones que pueden generar mayores riesgos de descomposición social en el país, pues de presentarse en otros estados, como es muy posible, las desgracias ocurridas en Tabasco y Chiapas o peores, como puede ser en el Puerto de Veracruz, en Laguna Verde o el Distrito Federal, en Tamaulipas u otras regiones o entidades del país; la credibilidad en el gobierno y sus representantes acabará de agotarse y lo que sigue es el caos y la descomposición social que pueden llevar a la violencia generalizada.
Observan por primera vez actividad neuronal vinculada a decisiones. UNAM
Hablando de la participación en la toma de decisiones, es interesante compartir con ustedes amables lectoras y lectores que un mexicano científico; el Doctor Arnulfo Romo Trujillo, originario de Guadalupe de Ures, Sonora. Nació el 28 de agosto de 1954. Es médico cirujano por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (1978) y doctor en Ciencias (doctorado de Estado) por la Universidad de París (1985). Entre sus numerosas distinciones cuenta con diversos reconocimientos por su trabajo en neurociencias, entre ellos la distinción Universidad Nacional a Jóvenes Académicos de la UNAM, el Premio Miguel Alemán Valdés y el Premio de Ciencia y Tecnología Manuel Noriega Morales que otorga la Organización de Estados Americanos (OEA). Sus investigaciones de frontera forma parte de los Proyectos del Milenió́ financiados por el Banco Mundial, la Fundación Howard Hughes y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) ha logrado alcanzar los mejores resultados en un estudio científico de un equipo de trabajo que él dirige, en el cual observan por primera vez la actividad neuronal vinculada a la toma de decisiones.
Será difícil que la mayoría de los políticos se interesarán en este tema de manera seria, pero sin duda, a nosotros nos servirá para tener cultura respecto sobre el mismo, que es de gran interés en el mundo y que un mexicano ha logrado aportar; su investigación, tal vez sirva en algo para salvarnos de corruptos y malos gobernantes.
Científicos del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, descubren que no existen las categorías cuando se posterga una resolución. En el cerebro, los circuitos de neuronas reprocesan información y pueden cambiar
Por primera vez en el mundo, científicos del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, encabezados por Ranulfo Romo Trujillo, observaron la actividad neuronal relacionada con la toma, cambio o consolidación de las decisiones; es decir, encontraron el sustrato neural de posponer una determinación bajo frases hechas como “piénsalo dos veces” o “dame un poco de tiempo para pensar”.
Por su importancia, la investigación fue dada a conocer en el Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), en el artículo Neural correlates of a postponed decision report, el cual también recibió un comunicado por parte del Howard Hughes Medical Institute (HHMI), que financia buena parte del trabajo del universitario.
Se trata, consideró el renombrado científico, de una observación relevante. “Lo que se aprecia es la memoria de trabajo del cerebro relacionada con las decisiones. Ahí está, y es la primera vez que se percibe directamente tal proceso en la actividad de las neuronas”. Los resultados forman parte de las tesis doctorales de Luís Lemus y Adrián Hernández.
Recordó que su laboratorio se ha dedicado por muchos años a investigar cómo el encéfalo procesa la información sensorial, la memoriza y usa para generar decisiones razonadas. El experimento consistió en que una vez que un animal, en este caso un macaco, ha adquirido la información para tomar una determinación, debe reportarla a través de apretar un botón.
El consenso de la literatura, de investigadores de EU sobre todo, mostraba que tan pronto se alcanza una determinación –basada en el análisis del contenido sensorial-, ésta se vuelve categórica y es consistente: sí o no, para hacer un movimiento en una u otra dirección.
No obstante, Ranulfo Romo Trujillo quiso descubrir qué ocurre si se pide que una vez considerados los datos sensoriales y llegado a una conclusión, no la “informe” de manera inmediata, sino que postergue su reporte. Se busca saber si las decisiones continúan siendo categóricas, si cuando se alcanzan pero se dejan para después, el cerebro guarda un “sí” o un “no” solamente.
Se encontró que no existen tales categorías cuando se postergan. En el cerebro, los circuitos de neuronas siguen reprocesando la información sensorial sobre la cual se basó esa decisión, prosiguen con la memorización, reanalizan o “cocinan” los datos, reveló.
Este mecanismo dinámico podría relacionarse con la consolidación o revisión. “Piénsalo dos veces” quiere decir que muchas de las determinaciones razonadas no son reportadas de forma inmediata, porque no se está seguro de que sean las correctas, de si la respuesta debe ser afirmativa o negativa, agregó.
Para llegar al hallazgo, explicó Ranulfo Romo, se efectuó un experimento consistente en dar información sensorial a los monos mediante dos estímulos. El animal debe prestar atención al primero, guardarlo en la memoria de trabajo, y cuando llega el segundo, comparar ambos, combinarlos y tomar una determinación.
Una vez logrado, debe postergar el reporte de la decisión tomada. Se advirtió que las neuronas del animal se acuerdan de ambos estímulos, haciendo analogías. Van “switcheando” de una condición a otra, continuamente, detalló.
Mientras el animal lo hace, se registró “la actividad de estas células en una zona del cerebro que previamente se había demostrado que se relaciona con la toma de decisiones basadas en la evidencia sensorial” (Hernández, Zainos y Romo, Neuron, 2002). En una región de la corteza cerebral, probablemente interconectada con otros sistemas de neuronas corticales y subcorticales, indicó.
“Es bueno que no se tenga solamente un circuito relacionado con ese proceso. Esta redundancia es importante cuando, por ejemplo, uno tiene un accidente cerebro-vascular. Si se apaga un circuito siguen funcionando los demás”. Su fuerza coordinada maximiza la probabilidad de llegar a una buena resolución, apuntó.
Las neuronas de estos macacos –y las humanas también– se convierten en un “jurado” que evalúa la información aportada por el “fiscal”, el “defensor” o el “inculpado” (los sentidos). Al final, llegan a una conclusión; no obstante, también pueden posponer su “fallo” y repensarlo una y otra vez en la memoria de trabajo, refirió.
Postergar una decisión puede durar segundos, minutos, horas o meses. Eso no quiere decir que los circuitos cerebrales de una persona se queden pensando en ella todo el tiempo, sino que de vez en cuando se saca la información guardada en la memoria para reanalizarla, aclaró.
Este proceso se aprecia de forma clara en la actividad cerebral de los monos. “Aunque hay que guardar las distancias entre el modelo experimental, se cree que son los mismos principios básicos, y eso es lo importante del trabajo”, especificó.
A título personal, refirió Ranulfo Romo, se esperaba “encontrar algo parecido a lo reportado: que las decisiones no son “síes” o “noes”, sino que llevan mucha información asociada con memoria y evidencia sensorial”.
Este trabajo continuará, ahora para conocer todos los circuitos relacionados con este proceso y cuáles son sus diferencias, cómo se enlazan entre sí y cuál es su dinámica, cómo dialogan entre ellos y su impacto sobre el plan motor, concluyó el Doctor Ranulfo Romo Trujillo.
¿Cuántos gobernantes o funcionarios públicos federales, estatales y municipales, están ocultando información y posponiendo decisiones sobre posibles graves riesgos para la población en general?
¿En cuánto tiempo puede alcanzarnos la desgracia en Laguna Verde, o mayores inundaciones en el Puerto de Veracruz?
¿Participarán las universidades públicas en estudios confiables para la sociedad, respecto de los graves riesgos en que nos encontramos?
VEREMOS….