La falta de equidad entre los mexicanos de todas las edades, sigue siendo razón y causa de luchas y cambios que resultan obligados y exigidos por los jóvenes y los hombres libres de pensamiento.
Los hechos históricos registran en las luchas de los pueblos, la relevante participación de los jóvenes y las agresiones que la juventud de distintos momentos ha sufrido y sigue sufriendo por impulsar los cambios en su entorno que terminen con los excesos del Poder y sus representantes.
Sin embargo contradicciones existentes en información levantada por instituciones de opinión, nos deben permitir tener presente, que ser joven, es una construcción social en constante movimiento a favor de las mejores causas de nuestro entorno.
Hay tres principios básicos que no deben olvidarse nunca antes de ponerse a hablar de los chicos y chicas jóvenes:
1) son la parte más cambiante de una sociedad que cambia, por lo que con facilidad lo que decimos hoy puede que no sirva mañana;
2) están definidos por multiplicidad de diversidades, por lo que pocas cosas son comunes a todas y todos, o al menos no lo son de la misma manera;
3) la desigualdad sigue profundamente presente, por lo que sigue siendo inútil intentar reducir sus formas de ser a la pura condición juvenil. (También podríamos añadir que ellos y ellas son según la persona adulta que los mire y con la pretensión con que se los mire).
Pero nos hemos puesto a pensar ¿Qué significa, en verdad, ser joven? Ser joven implica buscar las huellas de los adultos para que nuestro camino sea más sencillo y con menos caídas duras que nos golpeen, adultos responsables que puedan servirnos de maestros y guías.
No basta con ser joven físicamente, es preciso asumir el compromiso de la juventud, con todas sus consecuencias. Es la capacidad de convertir cada fracaso en victoria aprendiendo de nuestras fallas y no perder jamás de vista la corona que deseamos conquistar, tomando en cuenta que los jóvenes de hoy seremos la próxima generación de padres, trabajadores, líderes y ciudadanos del mañana.
En reciente encuesta realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud, que será dada a conocer en esta semana, hay interesantes tendencias y comportamientos; algunas respuestas fueron publicadas por el periódico Reforma; los resultados de la misma informan de las limitaciones para los jóvenes en su trayectoria hacia el logro se sus aspiraciones como seres humanos, profesionistas y que inevitablemente, se integrarán a una sociedad en la que también tienen aspiraciones de que sea mejor en su convivencia.
Sin embargo algunas notas precisan que los jóvenes adoptan el conservadurismo; que viven un marcado apego a valores familiares y al ámbito privado.
Las notas de Silvia Garduño nos informan que la juventud mexicana es cada vez más conservadora, toma cada vez menos decisiones por sí misma y se preocupa poco por lo que ocurre fuera de su vida privada.
Es el diagnóstico de José Antonio Pérez Islas, director de Investigación y Estudios del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), tras conocer los resultados de la encuesta aplicada en el 2005 en todo el país entre mexicanos de 12 a 29 años.
"La encuesta pone en duda el mito de que la juventud es la portadora del cambio y la transformadora de las estructuras. La realidad es que tenemos una juventud muy conservadora", comentó en entrevista.
La Encuesta Nacional de Juventud 2005 arrojó que casi el 50 por ciento de los consultados se considera "católico practicante", proporción que en el 2000 era de 39 por ciento.
El 44 por ciento declaró haber tenido relaciones sexuales, 11 por ciento menos que en la encuesta de hace seis años.
Alrededor de 7 de 10 encuestados dijeron compartir los valores morales y religiosos de sus padres, así como sus puntos de vista sobre la educación, el trabajo y el dinero.
El aborto es injustificable para el 56 por ciento, la homosexualidad para el 49 por ciento y el divorcio para el 43 por ciento.
Más de la mitad reprobó las relaciones sexuales fuera del matrimonio y el 60 por ciento el consumo de mariguana.
Para Pérez Islas, los resultados muestran que la mayoría de los jóvenes se sienten más cómodos en ámbitos de valores conocidos, articulados en torno a lo privado y a la familia.
"Los jóvenes cada vez toman menos decisiones. Todas las decisiones fundamentales tienen que pasar por la familia, y entonces los jóvenes no deciden, a los jóvenes les suceden las cosas", apuntó.
“Los jóvenes, señaló, no quieren cambiar el mundo ni sus reglas. Están tan preocupados por sobrevivir, remarcó, que no quieren tomar partido por nada ni organizarse para demandar los derechos que les corresponden”.
"Estamos hablando de un porcentaje muy pequeño al que le interesa la política, supongamos un 15 por ciento, y de esa porción es muy poca la parte que tiene ver con posturas extremistas. En realidad lo que vemos es un movimiento hacia el centro", indicó.
“La realidad, insistió, es que los jóvenes no entienden ni quieren entender lo que pasa más allá de su familia, amigos y trabajo; por lo tanto, no se involucran en los ámbitos de la vida pública”.
"Si tú afuera no ves claro, no entiendes por qué se están peleando en el Congreso, por qué las elecciones fueron así, en realidad te vale gorro. Se puede estar acabando el mundo y tú estás guardadito con tus amigos, con tus padres, con tus hermanos, con tu novio o con tu novia", advirtió.
A pesar de que los jóvenes estudian cada vez más años, abundó el especialista, mantienen percepciones "viejas" sobre el ámbito laboral y se siguen embarazando a la misma edad.
"Lo natural es que si sales más tarde de la escuela, tengas una relación más tardía, que si entras a tu primer trabajo más tardíamente, te unas en pareja más tarde, pero parece que esto no es cierto, hay cosas que siguen funcionando a la vieja usanza", anotó.
Por otra parte, señaló, los jóvenes no tienen la percepción de que se estén violando sus derechos.
"Pensábamos que en la encuesta el 80 por ciento nos iba a decir que siente violentados sus derechos, pero no fue así", admitió.
Hay más datos. “Eluden jóvenes política”. Para ocho de cada 10 jóvenes mexicanos la política es algo que genera poco o nulo interés y casi la mitad no se identifica con ninguno de los partidos.
Así lo indica la Encuesta Nacional de la Juventud 2005, cuyos resultados serán presentados formalmente la próxima semana.
La encuesta, aplicada a 12 mil 840 jóvenes de entre 12 y 29 años en todo el país, arrojó que el 36 por ciento de los consultados no se informa nunca sobre acontecimientos públicos, contra 13 por ciento que lo hace regularmente.
Cuestionados sobre su interés por la política, el 44 por ciento respondió "nada" y el 40 por ciento "poco". Destaca que entre el 14 por ciento que respondió "mucho", la proporción fue de dos hombres por cada mujer. El desinterés es también más marcado entre los menores de 20 años.
Entre quienes respondieron "poco" o "nada", el 39 por ciento atribuyó el desdén a que la política simplemente no le interesa, mientras que 10 por ciento argumentó no entenderla o no tener tiempo. Otro 22 por ciento señaló que los políticos no son honestos.
La mayoría consideró que se debe de participar en política "cuando es obligación" y sólo el 4.5 por ciento cuando hay que "protestar por alguna injusticia".
Respecto a los partidos, el 47 por ciento de los encuestados dijo no identificarse con ninguno. Entre quienes sí se identifican con alguno, el 42 por ciento expresó simpatías por el PRI, el 37 por ciento por el PAN y el 18 por ciento por el PRD.
No obstante, al solicitar a los encuestados dar una calificación -del 1 al 10- a los partidos, los resultados promedios fueron los siguientes: PAN, 7.0; PRI, 6.7; PRD; 6.7; PVEM, 6.2; Convergencia, 5.8; PT, 5.8; Nueva Alianza, 5.7, y Alternativa, 5.7.
Pese al desinterés por los asuntos políticos, el 60 por ciento de los jóvenes considera que sí vale la pena ir a votar; la mayoría por considerarlo un deber, porque "así lo marca la ley" y porque "son mexicanos".
Sin embargo, uno de cada 10 encuestados admitió ir a votar porque lo obligan y dos de cada 10 "porque todos sus conocidos votan".
A la hora de ir a votar, seis de cada 10 jóvenes estuvieron de acuerdo en que es mejor fijarse en el candidato y no en el partido y sólo el 33 por consideró mejor identificarse con algún partido a no tener ninguno.
De hecho, casi una cuarta parte de los encuestados consideró que sería mejor para el país que no existieran partidos.
En respuesta a una pregunta sobre sus expectativas respecto a la democracia, 22 por ciento expresó su deseo de que "se cumpla lo que se promete", el 10 por ciento dijo esperar buenos gobernantes y 9 por ciento "respeto a la gente de buenos recursos".
La encuesta fue aplicada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), que había realizado un ejercicio previo en el 2000, abordó temas de educación, trabajo, salud, sexualidad, vida privada y pública, valores, acceso a la justicia y derechos humanos.
Entre los objetivos de la encuesta, el IMJ señala los de "actualizar la información sobre las características sociales, demográficas, económicas y culturales de la población joven de México" y "conocer las modificaciones o conservación de tendencias del comportamiento juvenil".
La falta de una vivienda propia, un bien patrimonial, provoca que el 80% viva en casa de padres. La encuesta revela que muchas de las decisiones que afectan la vida de los jóvenes están determinadas por las opiniones de sus padres
Al menos ocho de cada 10 jóvenes mexicanos siguen viviendo en casa de sus padres, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Juventud 2005.
De los jóvenes de entre 12 y 29 años consultados en todo el país, sólo el 19.5 ciento dijo haber vivido fuera de la casa de sus papás por un período mayor de seis meses.
En tanto, en el grupo de 25 a 29 años, el 54 por ciento reconoció nunca haber salido del hogar paterno.
De los que ya no viven con sus padres, el 53 por ciento se mudó para casarse o unirse en pareja, el 22 por ciento por cuestiones de trabajo o de estudios y sólo el 7.6 por ciento por querer independencia.
La encuesta revela que muchas de las decisiones que afectan la vida de los jóvenes están determinadas por las opiniones de sus padres.
Más de mitad de los consultados, por ejemplo, reconoció que ha buscado trabajo porque su familia así lo quiso más que por decisión propia.
La dependencia económica es un factor decisivo en el esquema de relación familiar.
Casi un cuarto de los jóvenes encuestados no estudiaba no trabajaba al momento se aplicarse el cuestionario. De los que laboraban, el 70 por ciento percibía menos de tres salarios mínimos y sólo el 40 por ciento contaba con contrato.
No obstante, destaca el hecho de que 8 de cada 10 jóvenes contribuyen económicamente a sus hogares y casi el 70 por ciento aporta más de la mitad de su ingreso.
El 20 por ciento ha intentado poner su propio negocio, y en el 82 por ciento de los casos fracasó.
En cuestiones religiosas y morales, casi 7 de cada 10 encuestados dijeron tener los mismos valores que sus padres.
Sin embargo, los jóvenes debe saber que su presente y su futuro es amenazado por la corrupción existente y permanente desde hace muchos años y que seguirá existiendo y cancelando oportunidades para ellas y ellos; allá ellos si no entienden que el combate preventivo de la corrupción en México, es una necesidad para recuperar mejores posibilidades para los jóvenes de todas las edades y niveles sociales y de formación académica; pues ¿qué país van a tener en pocos años? ¿Qué país van a gobernar? ¿Qué sociedad van a encontrar? ¿Una sociedad de indiferentes a su realidad? ¿ una sociedad en decadencia en los valores y en los retos?
La falta de decisión en los jóvenes traerá como consecuencia el crecimiento de los antivalores y la inseguridad social, por eso deben ser más informados para encontrar juntos sin importar niveles sociales y académicos, posibles soluciones a los graves riesgos para su presente y su futuro
Los recursos públicos se pierden en la corrupción y se pierden los destinados para las etnias y para los más pobres de los pobres; deben saber que la falta de equidad en los ingresos de las familias los ha alcanzado y los tendrá en desventaja en tanto no asuman con responsabilidad la conducción de su presente y el control de su destino o su futuro.
Recientemente el INEGI Reveló la profunda brecha entre ingresos de hogares ricos y pobres. Afirma que el 10% de los primeros concentra el equivalente al 70% de los segundos.
Las percepciones totales en el periodo 2000-2005 crecieron apenas 3.9%, en términos reales.
El diez por ciento de la población más rica del país concentra una porción del ingreso equivalente al que obtiene 70 por ciento de los hogares de México, de acuerdo con un reporte divulgado el pasado 29 de septiembre por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2005, 10 por ciento de los hogares más ricos concentra 36.5 por ciento del ingreso nacional, mientras que la décima parte de los hogares más pobres percibe apenas 1.6 por ciento del total.
La ENIGH 2005, financiada por la Secretaría de Desarrollo Social, detalla que mientras el ingreso total promedio trimestral por persona en los hogares más pobres aumentó 207.8 pesos al pasar de mil 66.3 pesos en el año 2000 a mil 274.1 pesos en 2005, los ingresos por persona de los hogares más acaudalados subió 750.1 pesos, en el mismo lapso, al ascender de 39 mil 639.6 pesos a 40 mil 389.7 pesos.
Recordemos que la ENIGH se realiza cada dos años por lo que el levantamiento del sondeo debería de haberse realizado hasta este 2006, pero con el propósito de conocer los avances del último año de gobierno del presidente Vicente Fox se realizó en año non entre el 21 de agosto y el 17 de noviembre de 2005.
Los resultados de la ENIGH tendrían que haberse conocido hace al menos dos meses, pero debido a que trascendieron cifras que revelaban que la pobreza se había incrementado y que la previsión del conteo demográfico también había fallado se demoraron los resultados.
Durante el reciente conteo de población se detectó que la previsión demográfica falló, porque los resultados revelaron que la población era menor a las estimaciones de crecimiento. Algunos especialistas consideraron que esta disminución de la población fue resultado de la emigración por la falta de oportunidades de empleo en México.
Después de conciliar la información demográfica con la ENIGH, en su serie 2000-2005, muestra que el ingreso total de los hogares se incrementó en términos reales en 3.9 por ciento durante estos cinco años.
Según la distribución del ingreso corriente se revela que mientras 70 por ciento de los hogares en México, es decir, los ubicados en los primeros siete deciles, obtiene 35.8 por ciento del ingreso nacional, 10 por ciento de los hogares con mayores ingresos obtiene 36.5 por ciento del total.
Sin embargo, el documento aclara que con excepción del 10 por ciento de los hogares con mayor ingreso total que vieron reducir durante el periodo el total de sus entradas en (-) 1.8 por ciento, al pasar de 114 mil 200 pesos trimestrales por hogar en 2000, a 112 mil 200 pesos en 2005, todos los demás hogares aumentaron su ingreso entre 3.8 y 14.9 por ciento, en términos reales.
La ENIGH 2005 cuantifica y caracteriza todos los ingresos que reciben los hogares durante un cierto tiempo, ya sea en forma monetaria o no monetaria y la suma para conformar el ingreso total.
De esta forma se observa que, en el trimestre correspondiente al levantamiento de esta encuesta, el ingreso total que en promedio recibió cada hogar fue de 30 mil 732 pesos, mientras que en 2000 fue de 29 mil 573 pesos, lo que significa un incremento de 3.9 por ciento en dicho periodo.
Entre los años 2000 y 2005, los rubros del gasto monetario que tuvieron mayor aumento fueron los gastos en vivienda, que se incrementaron en 20.4 por ciento; los dirigidos al cuidado de la salud en 18.9 por ciento, y a la adquisición de vestimenta, que aumentaron 11.8 por ciento.
Los jóvenes de ambos géneros tienen la palabra…
VEREMOS…
