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Isabel Miranda de Wallace…
¿Candidata Ciudadana a Jefa de Gobierno del Distrito Federal?
“Espero poder hablar…”

Por Reynaldo Castro Melgarejo
16 de Diciembre de 2010



En esta Navidad, en el Año 2011 y siempre…
Salud, Amor y un Buen Billete para todas y todos.


¿Entenderán y aceptarán el Presidente de la República, los Gobernadores, el Jefe de Gobierno del DF, los Presidentes municipales y funcionarios de los tres niveles de gobierno; así como Legisladores, Ministros, Magistrados y Jueces; y los dirigentes nacionales y locales de los partidos políticos, así como los coordinadores parlamentarios del Poder Legislativo a nivel Federal y local, la crítica constructiva y las propuestas de la Señora Isabel Miranda de Wallace?

Sin reparar y sin separar por razón de géneros…Periodistas y ciudadanos agredidos; victimas de violación de sus Derechos Humanos; Gobernantes de nivel federal, estatal y municipal, así como funcionarios; Legisladores y Magistrados…Adultos, Jóvenes y Adolescentes en formación; Maestras y Maestros…Ciudadanos todos…Debemos tener presente la historia de Doña Isabel Miranda de Wallace, quien encabeza la organización Alto al Secuestro. Dolorosa razón para recibir un premio.

Al recibir el Premio Nacional de los Derechos Humanos 2010, de manos del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, expresó: “Necesitamos un lugar que nos permita recordar a dónde no queremos llegar como sociedad, y que nos permita tener presente, a diario, que tenemos mucho que cambiar.

“…los mexicanos no pueden exigir cuentas y acciones a las autoridades, si en casa fomentan la corrupción, solapan la irresponsabilidad y fomentan la apatía cívica.”

“…Y veremos que la historia le hará justicia a los valientes que luchen por el bien común.”

Ella, Madre de Hugo Alberto Wallace Miranda, Joven Ingeniero, esposo y Padre de familia quien fue víctima del secuestro y la corrupción en las instituciones del País, no solo en las áreas de seguridad, sino en la amplia gama de instancias de procuración, administración e impartición de Justicia; que son consecuencia y/o razón de la corrupción en las otras áreas administrativas, de la función pública y las legislativas.

Ella, con la intuición y valor de una Madre que sufre, pero que no desmaya ante la injusticia y la corrupción, desarrolla en más de 5 años de búsqueda, sufrimiento e intensa lucha, su capacidad de investigación y mantiene su firme convicción de encontrar y llevar ante las autoridades responsables de procurar e impartir Justicia, a los integrantes de la banda que secuestró y mató a su hijo,

En el año de 2005 sorprendió a México entero y trascendió fronteras; y abrió los ojos a otras Madres que también sufren la desaparición o secuestro de sus Seres Queridos, colocando en las calles de la ciudad de México, inicialmente y después en otras ciudades, grandes carteles llamados espectaculares, con las fotos de los secuestradores de ambos géneros que plagiaron y mataron a su hijo Hugo Alberto.

Sirva esta entrega semanal, para compartir con ustedes amables lectoras y lectores, el discurso de Doña Isabel Miranda de Wallace, en el que no solamente recibió un premio o reconocimiento; sino que le permitió advertir los peligros y los límites que debemos imponernos como sociedad para evitar llegar a un destino de destrucción en un mar proceloso de corrupción y de autodestrucción de nuestro Pueblo, atado a las cadenas de las complicidades; y en medio de todo ello, las sectas, los grupos, los protectores y los corruptos, viven y sobreviven cubiertos o protegidos por el enorme "Manto de la Impunidad”.

“Espero poder hablar.”

“Educar para los derechos humanos, es mucho más que lecciones en las escuelas o un tema de moda, es el proceso de equipar a la gente con las herramientas necesarias para vivir seguros dignamente: Kofi Annan.
“Estimados y distinguidas personalidades que se encuentran aquí el día de hoy, pero sobre todo, a mi familia.

Buenos días.

Es un gran honor poderme dirigir a ustedes al momento de recibir esta distinción que me hace la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Presidencia de la República, aún cuando el motivo de haberme involucrado en temas de seguridad es el más doloroso de mi vida: El secuestro y muerte de mi hijo, Hugo Alberto Wallace.

Un hombre en plenitud de vida, un gran padre, un gran hijo, hermano, en fin, un gran ser humano, al que hoy recuerdo como la persona excepcional que fue.

Las víctimas, no obstante, haber sufrido los estragos de la delincuencia y vivir ese dolor, nos enfrentamos con la situación de ser ignorados, desacreditados y sentirnos desprotegidos. Como siempre lo he dicho, tal pareciera que los delincuentes en México tuvieran más derechos que las propias víctimas y los ciudadanos honestos.

Por eso es que hoy quiero especialmente dar gracias a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que ha trabajado tan arduamente por defendernos y proteger a las víctimas en México. Y es preciso señalar que invariablemente, muchos cuerpos policíacos de todos los niveles, tratan de minimizar a las víctimas; situación que no tan sólo es ruin en sí misma, sino que demuestra sus limitaciones para cumplir con sus obligaciones y únicamente se concreta a desacreditar con una cascada de rumores, los cuales nunca prueban, por no ser verdad, pero que dañan en lo más profundo a las familias, que además de haber vivido y haberse perdido la confianza, también pierden en lo económico y muchas veces hasta la vida y aún así tienen que lidiar con la incompetencia y mala fe de quienes deberían procurar y administrar justicia.

Recibir el Premio Nacional de los Derechos Humanos es un honor, ya que los derechos humanos no son cualquier tipo de derecho, como su nombre lo dice, son, precisamente, aquellos fundamentales que nos permiten vivir como humanos, como personas, y sin embargo, son los derechos que primero les son coartados a las víctimas.

La libertad es un derecho humano, violado y burlado constantemente en México. Si los mexicanos no podemos salir y transitar libremente debido al miedo a ser víctimas del crimen, entonces estamos subejerciendo ese derecho humano fundamental, es más, de qué sirve la libertad de expresión si son las balas del crimen organizado quienes callan las palabras de los periodistas; de qué sirve en nuestras leyes que los derechos humanos sean un bien público, irrenunciable, si en la práctica, la intimidación, el amedrentamiento y la violencia pueden más que la ley.

Señor Presidente: Por favor no tome mi crítica como una alusión en específico al Ejecutivo Federal, tome mi crítica como una reflexión hacia todas las autoridades de los tres Poderes y de los tres órdenes de Gobierno, y también, como un llamado a la responsabilidad de todos los ciudadanos que con su apatía, hemos permitido que estemos viviendo el México inseguro que tenemos.

Pero cómo se hace un llamado a la responsabilidad cívica cuando las autoridades no afrontan la propia.
Y el ejemplo claro lo vivimos usted y yo señor Presidente, durante los Diálogos por la Seguridad, en la que algunos de los Gobernadores hicieron todo lo posible por evadir su responsabilidad y endosársela al Gobierno Federal.

Señor Presidente: Usted, mucho más que yo, conoce a profundidad los problemas de la Nación. Desde mi humilde punto de vista, la solución a estos problemas empieza en la Residencia Presidencial, en las reuniones del Gabinete de Seguridad. Es necesario despolitizarlas y ciudadanizar las tomas de decisiones.

La adopción y aplicación de los derechos humanos en México no ha sido integral. Hemos tratado de adaptar los derechos humanos a nuestra realidad, permitiendo injusticias, en ocasiones, solapando la ilegalidad. El ideal sería que nuestra sociedad se adaptara a los derechos humanos, y no los derechos humanos a nuestra sociedad.

Para lograr que México sea un país con pleno respeto a los derechos humanos, es claro que necesitamos mejores Gobiernos. Es más, me atrevo a decir, necesitamos mejores ciudadanos. México necesita volver a sentar las bases de su sociedad.

Mi caso es un claro ejemplo de que las autoridades y sociedad deben de trabajar en equipo. Estoy segura que las autoridades por sí solas nunca hubieran encontrado a los responsables del secuestro de mi hijo. Y por otro lado, yo sin las autoridades, hubiera tenido que hacer justicia por mi propia mano, alejándome de quien soy, convirtiéndome en un verdugo, atentando contra los derechos humanos de alguien más.
Lo que quiero expresar es que los ciudadanos necesitamos a las autoridades para que garanticen las condiciones de seguridad, justicia y libertad que le hacen falta a México. Las autoridades por su parte, necesitan a los ciudadanos para que la realidad en nuestro país nunca sea la anarquía y el colapso nacional. Ambas partes deben de poner lo mejor de sí mismos. La sociedad debe educar y generar ciudadanos sanos, responsables y trabajadores. Y en esta tarea, quiero resaltar el loable esfuerzo que está realizando la Comisión Nacional de Derechos Humanos, mediante el impulso de la Cartilla de Derechos y Obligaciones de las Personas.

No podemos como ciudadanos exigir cuentas y acciones a las autoridades, si desde nuestra casa fomentamos la corrupción, solapamos la irresponsabilidad y fomentamos la apatía cívica. El Estado, por su parte, debe asegurar nuestra integridad y libertad, y son las autoridades quienes deben dar el paso muy importante para retomar la confianza de los ciudadanos.

Señor Presidente: Personalmente, he podido atestiguar que México tiene un Presidente humano y con valores. Y por lo mismo, le hago una respetuosa petición para construir un memorial con los nombres de Hugo Alberto Wallace, Silvia Vargas, Fernando Martí, el niño Equihua y todos los nombres de las víctimas que han sido secuestradas y que perdieron la vida.

Necesitamos un lugar en donde se muestre la indignación que sentimos los mexicanos ante estos cobardes delitos. Necesitamos un lugar que nos permita recordar a dónde no queremos llegar como sociedad, y que nos permita tener presente, a diario, que tenemos mucho que cambiar.

Estoy segura que usted está enfrentando al crimen de forma frontal, como nunca se había hecho en México. Aplaudo y reconozco su valor y entrega. En la historia reciente la lucha contra el narcotráfico ha sido la única decisión de largo plazo implementada por las autoridades.

Probablemente pocos se dan cuenta actualmente de las bondades de cortar de tajo ese cáncer en la sociedad. Por lo que debo de hacer pública mi admiración ante la responsable decisión de haber sacrificado popularidad y de haber incurrido en altos costos políticos, con el objeto de erradicar a la delincuencia.

Sin embargo, no podemos dejar de ver que el problema de fondo de nuestro país no es el combate al crimen, sino su prevención. Si bien el ataque a la delincuencia debe formar parte de las prioridades nacionales, no se puede dejar de lado los programas sociales, la creación de oportunidades, el fomento a la integración familiar, que son los mayores inhibidores del crimen.

En este aspecto, quiero reconocer el arduo trabajo encabezado por la licenciada Margarita Zavala, que me consta, ha puesto todo su empeño en fortalecer y cohesionar a las familias mexicanas, lo cual debe ser siempre el principio y el fin de toda política pública y acción de Gobierno.

Así, no tenemos ni un segundo más que perder. Estoy cierta que si México hubiera sido un lugar seguro y con un sistema judicial que realmente desincentivara el crimen, Hugo jamás hubiera sido secuestrado y yo no hubiera emprendido la causa que me hizo merecedora a recibir esta condecoración.

Si México no hubiera perdido el rumbo hace muchos años, hoy tendríamos mucho más empleos y condiciones diferentes para los mexicanos.

Por esta razón yo me pregunto: Si no es el momento para detenernos y reconstruir nuestro sistema político y social, en vez de reparar lo irreparable. Necesitamos políticos con alma de cristal, corazón de oro y fortaleza de acero, como lo describió Efraín González Luna.

Desde mi punto de vista, debemos replantear el rumbo y analizar de qué elementos disponemos para hacer de México un país sano, productivo y seguro. Considero que debemos adaptarnos y rediseñar estrategias para lograr este objetivo.

Necesitamos un nuevo pacto social, donde los políticos y autoridades puedan ponerse de acuerdo sin sacrificar los intereses de la sociedad, y donde a los ciudadanos se nos dote de mayor herramienta para expresarnos, para proponer y para involucrarnos en la toma de decisiones.

Estoy convencida que la participación de todos y cada uno de los mexicanos, es la única salida que nos queda para superar las condiciones en las que se encuentra nuestro país. Es menester afrontar nuestras obligaciones y exigir nuestros derechos. Debemos lograr que los políticos sean más ciudadanos y que los ciudadanos sean más políticos.

Debemos reconocer a los gobernantes y las autoridades que cumplen con su deber, pero también, debe de haber un sistema más eficaz para castigar al irresponsable y al negligente. En suma, debemos transformar a México, debemos motivar a México.

Hay un largo camino que nos queda por recorrer en específico. Todavía el fortalecimiento de las instituciones, entre ellas las de SIEDO, la capacitación de los policías que se ha prometido para poder sacar al Ejército de las calles, apremia que nuestras policías estén calificadas y preparadas para poder hacer frente al secuestro y al resto de los delitos que atormentan a México.

Urge rediseñar la manera en que se asigna el presupuesto a las entidades federativas, para que no solamente estiren la mano, sino que también se les exijan resultados, la rendición de cuentas y la transparencia, la inclusión de la sociedad civil en el Consejo de Seguridad Nacional.

Sin embargo, aún cuando este camino es muy largo, no es momento de desmotivarse, sino de redoblar el paso. Y veremos que la historia le hará justicia a los valientes que luchen por el bien común.

No quiero concluir sin agradecer a Dios por darme la fortaleza de seguir luchando. A la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en especial, a mi padre que es el tronco del cual proviene mi familia, a la que tanto me enorgullece pertenecer.

Quiero darle las gracias a mi esposo por su acompañamiento; a mi hija Claudia, aquí presente; a mis nietos: Andrea, a Renata, a Carlo y a Luca, y en especial a Roberto y a Nina que aquí me acompañan, por todo el apoyo incondicional que me han brindado en estos cinco años y medio, y a todos los ciudadanos que se han solidarizado conmigo, y especialmente a Hugo, por darme la entereza y ser el motor de mi actuar.

Mi amor por Hugo se hizo aún más grande después de su muerte y este amor se expandió al amor que ahora tengo a mi país.

Estoy convencida que todos tenemos ese amor por México y todos tenemos algo que nos mueve hasta lo más profundo de nuestro ser. En mi caso fue el amor de madre, pero en todos los casos existe un motor que nos invita a actuar a favor de nosotros mismos y de nuestras comunidades.

Los invito a reflexionar y a sacar esa fuerza y motivación para ser mejores mexicanos. No podemos agachar la cabeza y pretender que los problemas son de alguien más. Necesitamos muchas manos, necesitamos muchas almas para hacer que nuestros sueños se hagan realidad y las necesitamos ahora, no después.

Gracias.”

Hasta aquí el discurso de una Madre que sufre la pérdida irreparable de su único hijo varón y continúa aún en estos días empeñada en llegar hasta el final del caso, debido a que los restos de su hijo todavía no han sido encontrados. Una Madre que da una gran lección a su Pueblo; pero principalmente a los Gobernantes, funcionarios y representantes populares de los tres niveles de gobierno y de los tres Poderes del Estado Mexicano, de ambos géneros y de todos los partidos políticos.

¿Entenderán y aceptarán el Presidente de la República, los Gobernadores, el Jefe de Gobierno del DF, los Presidentes municipales y funcionarios de los tres niveles de gobierno; así como Legisladores, Ministros, Magistrados y Jueces; y los dirigentes nacionales y locales de los partidos políticos, así como los coordinadores parlamentarios del Poder Legislativo a nivel Federal y local, la crítica constructiva y las propuestas de la Señora Isabel Miranda de Wallace?

Isabel Miranda de Wallace…
¿Candidata Ciudadana a Jefa de Gobierno del Distrito Federal?
VEREMOS…

PD. Con motivo de las fiestas navideñas y de Año Nuevo, desde este modesto espacio, les deseo a todas y todos ustedes amables lectoras y lectores, junto a Sus Seres Queridos, una Feliz Navidad y un Mejor y muy Próspero Año Nuevo 2011.

En esta Navidad, en el Año 2011 y siempre…
Salud, Amor y un Buen Billete para todas y todos.

Felices Vacaciones. Nos encontramos en esta entrega semanal, el próximo Jueves 13 de Enero de 2011.


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