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El Etanol, el ejemplo de Brasil
¿Una oportunidad para Veracruz?

Reynaldo Castro Melgarejo
2 de abril del 2007




Por considerarlo de interés especial para enriquecer la cultura general en la materia; por que en Veracruz existen condiciones para alcanzar el mejor lugar en la producción de etanol en México, lo cual puede redireccionar el crecimiento y el desarrollo económico de una forma integral, a partir de este sector tan importante, y en alcance a mi colaboración de la semana pasada, reproduzco la reciente colaboración del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, en The Washington Post, publicada el pasado sábado en El Universal y amplio información sobre el “Foro Internacional para impulsar el uso de los biocombustibles”, en el que México debe participar y Veracruz debe adquirir toda la experiencia posible, no solo los funcionarios de gobierno, sino empresarios e investigadores privados e institucionales en materia de Etanol y Caña de Azúcar:



Una alianza para los biocombustibles


El día de mañana (hoy sábado) visitaré Campo David junto con el presidente George W. Bush, a fin de seguir una conversación que iniciamos hace semanas en Sau Paulo. Hemos dado un importante primer paso hacia el compromiso de nuestros países para desarrollar recursos de energía limpios y renovables, que garanticen la prosperidad de nuestros pueblos mientras protegemos el ambiente.


Estamos lanzando una alianza para impulsar el rol del etanol en las mezclas de energía de nuestros países, mientras nos movemos para hacer que el combustible de biodiesel esté más disponible. De forma simultánea estamos creando oportunidades para expandir estos programas al escenario mundial.


La iniciativa se basa en lo que Brasil ha logrado en materia de biocombustibles. Treinta años de investigación e innovación han hecho que mi país sea autosuficiente en petróleo, al reemplazar 40% de nuestro consumo de gasolina con etanol. Motores de "combustible flexible", que usan una combinación de biocombustibles, han transformado el etanol en un recurso energético seguro y confiable.


Sin embargo, el etanol y el biodiesel son más que una respuesta a nuestra peligrosa "adicción" a los combustibles fósiles. Pretendemos establecer una reevaluación de la estrategia global para proteger el medio ambiente. Así como son renovables, los biocombustibles en Brasil son limpios y altamente competitivos.

El etanol hecho de caña de azúcar no deja residuos, es reciclado y los desechos de su producción se usan para enriquecer la tierra. Igualmente importante, la caña de azúcar toma carbón de la atmósfera, lo que ayuda a reducir los gases de efecto invernadero.


Estas fuentes alternativas de energía ayudan a reducir la dependencia global de sólo unos cuantos países para el abastecimiento de energía. El acuerdo entre Estados Unidos y Brasil ayuda a diversificar la producción de biocombustible, a través de alianzas triangular con terceros países. Esta red puede incluir a naciones productoras de petróleo que estén interesadas en agregar etanol o biodiesel en sus propias reservas de combustible fósil. Esta es una receta para incrementar los ingresos, generar empleos y aliviar la pobreza entre los muchos países en desarrollo donde los cultivos para producir combustible son abundantes.


Para que estos objetivos avancen, deben ponerse en marcha las bases para un mercado mundial en estos combustibles. Brasil y Estados Unidos junto con la india, China, Sudáfrica y la Unión Europea, lanzaron este mes el Foro Internacional de Biocombustible. Su meta es garantizar las condiciones para que el etanol, y luego el biodiesel, se conviertan en bienes que se vendan a nivel mundial. Esto sólo podrá lograrse si el comercio de biocombustibles no se ve afectado por políticas proteccionistas. Después de todo, los subsidios aportados bajo el programa de EU de etanol procedente del maíz han aumentado los precios de este cereal en cerca de 80%. Esto daña a los procesadores de carne y soya a nivel mundial y perjudica y amenaza la seguridad alimentaria global.


El éxito del programa de Brasil de etanol también ha contribuido a deshacer ciertos mitos. El etanol no es una amenaza directa para los bosques tropicales y el suelo del Amazonas muy poco indicado para sembrar caña de azúcar.


Más aún, bajo el compromiso de Brasil con la protección ambiental, la deforestación ha caído en 52% en los últimos años.


La caña de azúcar no amenaza la producción alimentaria. Menos de la quinta parte de los 340 millones de hectáreas arables en Brasil se usan para los cultivos. Sólo 1%, o tres millones de hectáreas, se usan para el cultivo de caña para etanol. En contraste, 200 millones de hectáreas son pastos, donde la producción de caña empieza a expandirse. El verdadero reto para la seguridad alimentaria estriba en superar la pobreza de quienes regularmente padecen hambre. Esa es la razón por la que hemos lanzado una campaña, en Brasil y en el extranjero, a fin de garantizar que todas las personas cuenten con el mínimo de ingresos requeridos para comprar tres comidas diarias.


Sí, las condiciones de trabajo para los cultivadores de caña de azúcar deben mejorar y estamos comprometidos a hacerlo. Sin embargo, este asunto difícilmente justifica las duras críticas hacia una actividad económica que emplea y ofrece esperanza a tantas personas en Brasil y en el mundo.


La agricultura aporta no sólo alimentos, sino también una forma de vida para millones de campesinos a pequeña escala a nivel global. La extensión de la caña de azúcar, de la soya y otros cultivos oleaginosos para los biocombustibles garantizará que las familias campesinas necesitadas tengan los medios financieros para alimentarse. Un incremento significativo en el valor de la producción agrícola y los ingresos financieros podrían lograrse si las naciones en desarrollo que puedan hacer cultivos para la producción de biocombustiubles no enfrentan una competencia injusta de los campesinos que se benefician de vastos subsidios en las naciones ricas.


Todos sabemos que el secreto de la seguridad energética estriba en diversificar las fuentes de energía. Brasil y Estados Unidos representan más de 70% de la producción mundial de etanol. Compartimos mercados y experiencia técnica para producir energía más limpia, eficiente y renovable.


Nuestros países siempre han puesto su fe en la capacidad empresarial de sus ciudadanos. Ahora, tenemos una oportunidad para impulsar la confianza en nuestras capacidades, a fin de responder a los nuevos retos y amenazas globales. Al invertir en biocombustibles, podemos unirnos con los países en desarrollo para extender la paz, la prosperidad y la promesa de un futuro mejor.


El pasado viernes Viernes, 02 de marzo de 2007 inició en la ONU el citado Foro internacional para potenciar uso de biocombustibles; un Foro permanente, con vigencia de un año, que dará espacio a distintas y variadas reuniones en las que participen países productores y compradores para incrementar su producción a nivel internacional.


Uno de los promotores del Foro -el Embajador de Brasil en Estados Unidos, Antonio Patriota- dijo tras la presentación que es esencial coordinar la producción a nivel mundial para promover sus beneficios económicos, sociales y ambientales.


Patriota se refirió a la experiencia de su país, Brasil, donde la producción de biocombustible ha permitido al país ser autosuficiente y poder ahorrar mucho dinero que ha sido reconducido a planes de desarrollo.


“Con el ahorro que hicimos en la importación de petróleo, basado en el modelo de desarrollo de la producción de biocombustibles en Brasil, nos convertimos en un país autosuficiente en la producción de energía. Brasil era un país que producía poco petróleo, pero pensamos que lo mismo puede pasar con otros países, sobretodo en países en desarrollo que gastan un porcentaje elevado de su presupuesto en la importación de petróleo. Hay muchos ejemplos en Centroamérica, el Caribe, África y otras partes del mundo”.


Según declaró el ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Celso Amorim, Brasil aspira a que Estados Unidos reduzca sus tarifas de importación de etanol y que ambos países desarrollen un mercado mundial para el biocombustible.


Durante la duración de un año, en dicho Foro, los promotores deberán realizar reuniones periódicas para dar continuidad al diálogo en temas que consideran prioritarios. Además, intercambiarán información sobre avances científicos y tecnológicos, y prepararán una conferencia internacional de biocombustibles, que esperan celebrar en Brasil en 2008.


Esta iniciativa pretende lograr una coordinación internacional para el uso sustentable de esos productos y potenciar sus beneficios. Brasil es pionero en el desarrollo de biocombustibles y, con un volumen de 17.000 millones de litros por año, es el principal productor mundial de etanol de caña, que intenta exportar masivamente.


Para las naciones en desarrollo, los biocombustibles representan una forma significativa de reducir la dependencia de las importaciones de petróleo, corregir los desequilibrios comerciales y ahorrar para elevar el gasto en salud, educación y desarrollo social", indicó el diplomático Antonio Patriota, de Brasil, país que está a la vanguardia en esta materia.


Además de los beneficios ambientales, el uso de esta modalidad de energía puede ayudar a reducir la migración del campo a las ciudades, según Patriota.


Por otra parte, afianzaría la seguridad energética de los países en desarrollo y reduciría la dependencia de los combustibles fósiles, contribuyendo así a contener la emisión de gases invernadero como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso.


La mayoría de la comunidad científica internacional atribuye el recalentamiento del planeta al efecto de esos gases, producto de la quema de combustibles fósiles como petróleo, gas y carbón en procesos de transporte e industriales y de otras acciones humanas.


"Los biocombustibles tienen el potencial de fomentar inversiones en investigación y desarrollo de tecnologías, y acelerarán un cambio de paradigma en el uso global de la energía", añadió el funcionario brasileño.


Brasil es el mayor productor de bioetanol o alcohol carburante sustituto de la gasolina, elaborado en ese país a partir de la caña de azúcar. En Estados Unidos, ese producto se obtiene principalmente del maíz.


El país norteamericano es responsable de alrededor de 25 por ciento de las emisiones de gases invernadero, dada su excesiva dependencia en los combustibles fósiles y los hábitos de consumo de su población.


Estados Unidos retiró su firma del Protocolo de Kyoto de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, acordado en 1997 en esa ciudad japonesa, por el cual 35 países industrializados se comprometieron a reducir sus emisiones de gases invernadero al menos 5,2 por ciento para 2012, respecto de 1990.


El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, urgió el jueves a Estados Unidos a encabezar la lucha contra el recalentamiento planetario. Ban alertó que el cambio climático supone para el mundo "un peligro equiparable al de la guerra".


Casi la mitad del petróleo del mundo es consumido por Canadá, Estados Unidos y Europa occidental, pero las pujantes economías de China e India elevan la demanda.


Las naciones industrializadas son por lejos las principales responsables de las emisiones de gases invernadero, pero los expertos señalan que esa situación puede cambiar en las próximas décadas, pues China podría superar en 2020 a Estados Unidos como mayor emisor.


Conciente de la necesidad de diversificar las fuentes de energía, el vicerepresentante chino ante la ONU, Liu Zhenmin, pareció respaldar totalmente la visión de su par brasileño acerca de los biocombustibles.


"Estamos encantados de formar parte de este foro. Es bueno para mejorar el desarrollo de una economía orientada a lo social. Los biocombustibles contribuirán a atenuar los efectos del cambio climático", señaló.


Pero al explicar las necesidades energéticas crecientes de un país con 1.300 millones de personas, sostuvo que "reducir las emisiones de gases invernadero es un proyecto de desarrollo económico y social a largo plazo, así que comenzamos a usar biocombustibles, aunque no es la única fuente".


El Foro mantendrá reuniones regulares durante un año con el fin de analizar códigos y criterios internacionales para la producción y uso de biocombustibles, infraestructura y logísticam así como asuntos vinculados con la elaboración y distribución.


Esa instancia se propone elaborar un mecanismo para el intercambio de información acerca de la producción, utilización y comercialización de los combustibles biológicos. Por lo tanto, no cuenta con un órgano ejecutivo.


Cuando IPS le preguntó a Patriota por qué Rusia, uno de los mayores productores de petróleo, no integraba el Foro, respondió que funcionarios de Brasil estaban en contacto con sus contrapartes rusos y que había indicios de que ese país terminaría incorporándose a la iniciativa.


"No es un club cerrado. Esperamos que en el futuro se nos unan otros actores", indicó.


Por su parte, el encargado de negocios de la delegación de la Comisión Europea, Esa Paasivirta, describió la creación del Foro como un "gran salto hacia adelante" y señaló que "ayudaría al mundo a afrontar sus problemas ambientales".


"El mundo necesita mayor cooperación en lo que respecta al cambio climático", dijo, y añadió que el uso de biocombustibles "puede contribuir a contener las emisiones de gases invernadero".


India se unió al Foro de Biocombustibles "no sólo por cuestiones de seguridad energética, sino también de creación de empleo", señaló R. K. Mehta, del Ministerio de Petróleo y Gas Natural de ese país.


Patriota señaló que Brasil, que tomó la iniciativa para crear el Foro, tiene previsto organizar una conferencia internacional sobre biocombustibles en junio de 2008.


El secretario general de la ONU adelantó que se concentrará en estas cuestiones en junio, cuando se reúna con los jefes de gobierno del Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia).


Además, la ONU tiene prevista una conferencia sobre ese asunto en la isla de Bali, Indonesia, en diciembre de este año.


Sigamos la ruta de los bicombustibles para impulsar su producción, industrialización y consumo


Veracruz tiene mucho que aprender de estas experiencias para aprovechar sus condiciones naturales y aprovechar esta industria que puede ocupar grandes cantidades de mano de obra, para buscar opciones que permitan atenuar la emigración.


Ojala gobierno de nuestro estado y empresarios locales nacionales y extranjeros, encuentren formulas en el corto plazo para aprovechar las condiciones naturales en nuestro estado para ser el primer productor de Etanos y biocombustibles en México






VEREMOS…





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