Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Prospectiva Política

Reynaldo Castro Melgarejo
1 de mayo del 2007





Carta A Felipe Calderón Hinojosa


“La Peor de las Adicciones de todos los tiempos, es la Adicción a la Corrupción”. RCM

SEÑOR PRESIDENTE, RESPETUOSAMENTE LE INVITO A REFLEXIONAR Y A DAR A TODOS LOS MEXICANOS DE TODOS LOS NIVELES Y SECTORES, ECONÓMICOS, POLITICOS Y SOCIALES UNA CLARA MUESTRA DE VERDADERA CERTIDUMBRE:

Si de verdad le importa México antes que sus intereses…

PARA DEJAR LIMPIA Y LIBRE DE TODA SOSPECHA, SU ADICCIÓN A LA POLÍTICA Y SU ADICCIÓN AL PARTIDO ACCION NACIONAL, DESLINDESE Y DESLIGUESE DE TODA SOSPECHA O RUMOR, DE QUE USTED APOYA Y/O APOYARÁ CON RECURSOS PUBLICOS DESDE LAS DEPENDENCIAS PUBLICAS FEDERALES
LAS ACTIVIDADES ELECTORALES DE SU PARTIDO POLITICO.

SEÑOR PRESIDENTE, NO DESPRECIE EL RETO QUE LE BRINDA SU COMPROMISO POR MEXICO.

SEÑOR PRESIDENTE, NO DESPRECIE EL JUICIO DE LA HISTORIA

SEÑOR PRESIDENTE:
¡¡¡ LA HISTORIA NO LO ABSOLVERA!!!SEÑOR PRESIDENTE FELIPE CALDERON HINOJOSA:

IMPULSE EL COMBATE PREVENTIVO DE LA CORRUPCIÓN.CONSULTE AL PUEBLO…A VER SI ESTAN DE ACUERDO…
¿Será usted capaz? de hacer una encuesta nacional preguntando: ¿está usted de acuerdo con impulsar el Combate Preventivo de la Corrupción en México?

Señor Presidente Felipe Calderón; como ciudadano Mexicano, Veracruzano y Papanteco, en pleno ejercicio de mis derechos constitucionales, respetuosamente le comparto mi opinión respecto a sus declaraciones en torno a las adicciones. El año pasado, fui invitado a participar en el Foro en contra de las adicciones, que se realizó en el Palacio Legislativo, de San Lázaro en el Distrito Federal, los días 25 y 26 de abril del 2006, en donde expuse que:

La peor adicción de este tiempo, es la Adicción a la corrupción, porque es el hilo conductor de la permanencia de los vicios, las complicidades y la impunidad, así como de los fracasos en las luchas en contra de todas las adicciones.

Lo más lamentable, es que en los últimos 25 años, la adicción a la corrupción está presente en la gran mayoría de las personas que dirigen o participan en distintas instituciones, de interés público y privado.

Es innegable que la adicción a la corrupción existe en mujeres y hombres de distintas edades: “El que no tranza no avanza”, era el lema de algunos jóvenes estudiantes en una prestigiada universidad privada, hace no menos de dos décadas. Era una expresión presente y continua entre ricos y pobres; entre preparados e impreparados; entre tecnócratas y políticos.

La adicción a la corrupción, corroe las entrañas de la sociedad que grita fuertemente en la voz de sus mujeres, de sus niños, de sus jóvenes, de sus adultos y de sus ancianos: ¡YA BASTA! De corrupción, de complicidades y de impunidad.

La adicción a la corrupción destruye anhelos presentes y futuros de realización humana. La adicción a la corrupción lastima la impartición de Justicia. La adicción a la corrupción, lastima la vida de millones de seres humanos que no tienen otra alternativa más que abandonar sus aspiraciones de estudio, de preparación y de progreso en el conocimiento, la ciencia, la razón y hasta en la fe, para someterse a la perversidad de los corruptos y tratar de sobrevivir en los inframundos de la delincuencia de cuello blanco, que desde distintas empresas comerciales, financieras o de servicios, se encuentran incrustadas en la economía formal e informal de nuestro México; en la delincuencia organizada fuera y dentro de los distintos niveles de gobierno, que tanto dañan a nuestra patria.

La adición a la corrupción es la misma adicción al Dinero. Sin duda es preocupante esa ambición desmedida por obtener dinero ilícitamente, sin que les importe el desprestigio personal, profesional o familiar; menos el desprestigio de nuestro país que ocupa lugares distinguidos en el contexto internacional en materia de corrupción.

Ejemplos sobran. El éxito de los hijos, familiares o afectos cercanos de personajes de la política y de las empresas que han obtenido el incremento de su riqueza bajo el amparo de las decisiones y concesiones de gobierno, pesa en su conciencia y con aparentes acciones generosas encubiertas de honradez, pretenden o consiguen, seguirnos viendo la cara de tontos a políticos, funcionarios y sociedad en general. Lamentablemente, se han convertido en ejemplo para las nuevas generaciones de jóvenes mujeres y hombres. Ese es un gran peligro para todos.

Entendamos bien, nunca es tarde y ahora estamos a tiempo de redireccionar lo que desde hace muchos años es un mal incurable para toda la nación: la adicción a la corrupción además de empresarios, también incluye a Legisladores, funcionarios, políticos y gobernantes.

HASTA QUE VERDADERAMENTE DEMUESTREN QUE NO SON PROCLIVES O ADICTOS A LA CORRUPCION Y QUE IMPULSAN Y HACEN LEGAL Y OBLIGADO EL COMBATE PREVENTIVO DE LA CORRUPCION EN MEXICO, Los legisladores, gobernantes y funcionarios públicos no garantizan la defensa de los derechos y valores democráticos de nuestro país, son de paso y responden a los intereses personales y de grupo político o económico al que pertenecen o buscan someterse, al cambiarse de partido político, para encontrar protección e impunidad a sus propias trayectorias y ambiciones de poder.

Urge el apoyo de todas y todos los mexicanos para evitar que la corrupción acabe con nuestra patria. Empresarios, Políticos y Funcionarios adictos a la corrupción, han hecho apología de esa mala práctica que ha llevado a sistematizar y a identificar a los mexicanos desde fuera y desde dentro de nuestras fronteras, como una sociedad de cínicos y corruptos, con sus verdaderas y honrosas excepciones, entre las cuales difícilmente podemos aceptar que este un político de cualquier partido o un empresario que se ha beneficiado de las decisiones y concesiones de su puesto público o del Poderoso presidente de la republica, gobernador o presidente municipal en turno.

Urge legislar para que la sociedad participe como efectivo contrapeso político y legal, con el reconocimiento constitucional que le permita cuidar y conservar lo que avancemos como nación, para evitar que gobernantes corruptos de cualquier partido político, abusen de la ignorancia, falta de participación o abstencionismo, de las mayorías de mexicanos. Y lleguen a ser titulares del Poder Ejecutivo Federal de nuestro amado México, con mentiras y falsas promesas de cambio, y demuestran su adicción a la corrupción y, que en menor o mayor grado, permiten que familiares o cercanos afectos o compromisos políticos, se enriquezcan con el patrimonio de todos los mexicanos, con lo cual más dañan a nuestro pueblo y a nuestra patria.

En México nos necesitamos todos para lograr el crecimiento y desarrollo político, económico, social y humano al que aspiramos. Para superar las diversas crisis, rezagos y vicios del sistema político, económico y social, urge un Nuevo Pacto Federal, en el que se reconozca como prioritaria razón de Estado: El Combate Preventivo de la Corrupción.



Señor Presidente, a propósito de sus declaraciones, publicadas el pasado 18 de abril en El Universal y en otros diarios nacionales y regionales, respecto de que: “… el crimen organizado busca a México no sólo como país de paso, sino como destino, "un punto de venta y de consumo", e indicó que la inseguridad, la violencia, el narcotráfico y las adicciones son en realidad "amenazas mayores" para el país, pues destruyen familias, comunidades y países”.

“Al reiterar que seguirá la lucha "sin bajar la guardia", Usted … convocó a todos los sectores de la sociedad a participar en la Estrategia Nacional de Prevención de las Adicciones, más allá de cualquier diferencia política, de partido o religiosa”.

En ese contexto, le acepto la convocatoria y como ciudadano mexicano e investigador desde hace más de 30 años e impulsor convencido de El Combate Preventivo de la Corrupción en México, a continuación le comparto mi opinión y le reitero mi invitación a que asuma su responsabilidad histórica de impulsar y hacer una realidad legal y práctica el Combate Preventivo de la Corrupción en México.

En cuanto a las adicciones, en medio de la corrupción que se ha consumado a lo largo de tantos años en México; durante el sexenio federal anterior y en el estatal anterior y el actual, lamentablemente, quedan confirmados ejemplos de abuso del Poder, en funcionarios, gobernantes, legisladores, cercanos o cercanas afectos y familiares de todos los niveles y colores políticos.

El año pasado, fui invitado a participar en el Foro en contra de las adicciones, que se realizó en el Palacio Legislativo, de San Lázaro en el Distrito Federal, los días 25 y 26 de abril del 2006, en donde expuse que: La peor adicción de este tiempo, es la Adicción a la corrupción, porque es el hilo conductor de la permanencia de los vicios, las complicidades y la impunidad, así como de los fracasos en las luchas en contra de todas las adicciones.

El principal fin del objetivo de ese Foro es LA PREVENCIÓN, comprendiendo que ésta se puede lograr a todos niveles de uso, abuso o adicción.

Aún en la adicción se puede prevenir pasar a la siguiente fase, sabiendo que todo problema de dependencia nunca deja de crecer, es progresivo.

Distintos investigadores e instituciones que luchan en contra de este flagelo, coinciden en que "Adicción".- es un estado de dependencia de una sustancia, de una actitud o de una persona.

Todas las adicciones tienen un solo fin: la fuga de los estados emocionales que es lo que genera la dependencia y provoca un atrofiamiento de la voluntad. Todo estado de dependencia es posterior a un estado emocional intolerable, que mediante la actividad adictiva logra un alivio momentáneo.

Hoy en día, desde hace más de tres cuartos de siglo, en México, en medio de las adicciones al tabaco, al alcohol y a las drogas, silenciosa y escandalosamente, ha crecido la adicción a la corrupción. Lo más lamentable, es que en los últimos 25 años, la adicción a la corrupción está presente en la gran mayoría de las personas que dirigen o participan en distintas instituciones, de interés público y privado.

Es innegable que la adicción a la corrupción existe en mujeres y hombres de distintas edades: “El que no tranza no avanza”, era el lema de algunos jóvenes estudiantes en una prestigiada universidad privada, hace no menos de dos décadas. Era una expresión presente y continua entre ricos y pobres; entre preparados e impreparados; entre tecnócratas y políticos.

La adicción a la corrupción, corroe las entrañas de la sociedad que grita fuertemente en la voz de sus mujeres, de sus niños, de sus jóvenes, de sus adultos y de sus ancianos: ¡YA BASTA! De corrupción, de complicidades y de impunidad.

La adicción a la corrupción destruye anhelos presentes y futuros de realización humana. La adicción a la corrupción, lastima la vida de millones de seres humanos que no tienen otra alternativa más que abandonar sus aspiraciones de estudio, de preparación y de progreso en el conocimiento, la ciencia, la razón y hasta en la fe, para someterse a la perversidad de los corruptos y tratar de sobrevivir en los inframundos de la delincuencia de cuello blanco, que desde distintas empresas comerciales, financieras o de servicios, se encuentran incrustadas en la economía formal e informal de nuestro México; en la delincuencia organizada fuera y dentro de los distintos niveles de gobierno, que tanto dañan a nuestra patria.

La adición a la corrupción es la misma adicción al Dinero. Sin duda es preocupante esa ambición desmedida por obtener dinero ilícitamente, sin que les importe el desprestigio personal, profesional o familiar; menos el desprestigio de nuestro país que ocupa lugares distinguidos en el contexto internacional en materia de corrupción.

Ejemplos sobran. El éxito de los hijos, familiares o afectos cercanos de personajes de la política y de las empresas que han obtenido el incremento de su riqueza bajo el amparo de las decisiones y concesiones de gobierno, pesa en su conciencia y con aparentes acciones generosas encubiertas de honradez, pretenden o consiguen, seguirnos viendo la cara de tontos a políticos, funcionarios y sociedad en general. Lamentablemente, se han convertido en ejemplo para las nuevas generaciones de jóvenes mujeres y hombres. Ese es un gran peligro para todos.

La emigración de millones de mexicanas y mexicanos, con la consecuente desintegración familiar, el riesgo y pérdida de miles de vidas humanas cada año y el crecimiento de los riesgos de que se eleven las adicciones y otros riesgos de salud pública, son consecuencia de la adicción a la corrupción en México de funcionarios, políticos y empresarios de distintos niveles de gobierno y económico.

Los Legisladores, que trabajan en las distintas Cámaras legislativas, federales y locales; así como los integrantes de cabildos municipales, en diferentes momentos, han sido seriamente cuestionados por la falta de atención, seriedad y compromiso con los intereses sociales y democráticos que deben defender, el último ejemplo, las nuevas reformas a las leyes de radio, televisión y telecomunicaciones; igualmente, han formado comisiones legislativas o de trabajo para investigar acciones de corrupción de empresarios, políticos y familiares de funcionarios públicos o de empresarios, que a la sombra de las complicidades, desde el Poder, logran permanecer en la impunidad, sin que los enormes robos a la nación o al erario público, se puedan recuperar y reintegrar para ser utilizados a favor de las y los mexicanos más necesitados.

Entendamos bien, nunca es tarde y ahora estamos a tiempo de redireccionar lo que desde hace muchos años es un mal incurable para toda la nación: la adicción a la corrupción además de empresarios, también incluye a Legisladores, funcionarios, políticos y gobernantes. Los legisladores, gobernantes y funcionarios públicos no garantizan la defensa de los derechos y valores democráticos de nuestro país, son de paso y responden a los intereses personales y de grupo político o económico al que pertenecen o buscan someterse, al cambiarse de partido político, para encontrar protección e impunidad a sus propias trayectorias y ambiciones de poder.

Urge el apoyo de todas y todos los mexicanos para evitar que la corrupción acabe con nuestra patria. Empresarios, Políticos y Funcionarios adictos a la corrupción, han hecho apología de esa mala práctica que ha llevado a sistematizar y a identificar a los mexicanos desde fuera y desde dentro de nuestras fronteras, como una sociedad de cínicos y corruptos, con sus verdaderas y honrosas excepciones, entre las cuales difícilmente podemos aceptar que este un político de cualquier partido o un empresario que se ha beneficiado de las decisiones y concesiones de su puesto público o del Poderoso presidente de la republica, gobernador o presidente municipal en turno.

Urge legislar para que la sociedad participe como efectivo contrapeso político y legal, con el reconocimiento constitucional que le permita cuidar y conservar lo que avancemos como nación, para evitar que gobernantes corruptos de cualquier partido político, abusen de la ignorancia, falta de participación o abstencionismo, de las mayorías de mexicanos. Y lleguen a ser titulares del Poder Ejecutivo Federal de nuestro amado México, con mentiras y falsas promesas de cambio, y demuestran su adicción a la corrupción y, que en menor o mayor grado, permiten que familiares o cercanos afectos o compromisos políticos, se enriquezcan con el patrimonio de todos los mexicanos, con lo cual más dañan a nuestro pueblo y a nuestra patria.

Después de la mesura y talento de un político autentico mexicano como Don Adolfo Ruiz Cortinez quien combatió la corrupción y a los corruptos del periodo de Miguel Alemán Valdez, con dignidad y respeto dejó un México que se repartieron entre quienes se pusieron al servicio de los poderosos de ese tiempo.

Después de los vergonzosos y criminales hechos de 1968 en tiempos de Díaz Ordaz, y 1971 en tiempos de Luís Echeverría, los nuevos ricos y beneficiarios de la corrupción, fueron solamente los de Arriba y Adelante, tanto en el gobierno, como en las empresas. “La corrupción somos todos”, con esta frase, expresada con ironía y sarcasmo por la población en general, concluyó el sexenio del supuesto último presidente de la revolución, del cual pasamos a la vergonzosa Renovación Moral de Miguel de la Madrid. Sin contrapesos para los corruptos gobernantes y sus cómplices; Hoy la historia nos reclama que en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, vimos pasar sin defender lo nuestro, el sexenio de la miserable venta de los activos nacionales, la desincorporación de las paraestatales, la imposición de la voluntad del poderoso, sin atinar siquiera a defender el patrimonio nacional; así se impuso como base del gobierno, el modelo del mercado dominante, que hoy es un autentico fracaso; pero peor nos ha estado yendo como pueblo, como nación, cuando miserablemente nos fue impuesto, en el sexenio de Ernesto Zedillo, por la aceptación de quienes fueron cómplices de el llamado FOBAPROA hoy IPAB, desde donde se han hecho y espero que ya no se sigan haciendo negocios perversos para favorecer a familiares de funcionarios o personas cercanas al gobernante en turno; la investigación a los hijos de la esposa del expresidente Fox, es apenas un ejemplo de tanta corrupción en la mayoría de las instituciones del país.

Los dueños y representantes de los medios de comunicación tenemos un gran reto que no hemos sabido o podido cumplir; por no estar a la altura de las exigencias de apoyo que grita la sociedad mexicana. Lo reitero: La adicción a la corrupción, corroe las entrañas de la sociedad que grita fuertemente en la voz de sus mujeres, de sus niños, de sus jóvenes, de sus adultos y de sus ancianos: ¡YA BASTA! De corrupción, ¡YA BASTA! de complicidades y ¡YA BASTA! de impunidad. Es urgente el Combate Preventivo de la Corrupción, como prioritaria Razón de Estado.

¡¡¡La historia no nos absolverá!!!

La lucha en contra de las adicciones a las drogas y los vicios, debe pasar obligadamente como prioritaria razón de Estado: por el Combate preventivo de la corrupción en México

En México nos necesitamos todos para lograr el crecimiento y desarrollo político, económico, social y humano al que aspiramos. Para superar las diversas crisis, rezagos y vicios del sistema político, económico y social, urge un Nuevo Pacto Federal, en el que se reconozca como prioritaria razón de Estado: El Combate Preventivo de la Corrupción.

SEÑOR PRESIDENTE FELIPE CALDERON HINOJOSA:

IMPULSE EL COMBATE PREVENTIVO DE LA CORRUPCIÓN.CONSULTE AL PUEBLO…A VER SI ESTAN DE ACUERDO…
¿Será usted capaz? de hacer una encuesta nacional preguntando: ¿está usted de acuerdo con impulsar el Combate Preventivo de la Corrupción en México?


VEREMOS…




Suscríbete a nuestro Sistema Informativo,

Envia un mail con la palabra SUSCRIPCION,

(Suscribete aquí) Recibirás la información mas relevante de los acontecimientos que harán historia y tu podrás enterarte antes que nadie.